

La creciente avalancha de fake news en relación al COVID-19 en redes sociales ha hecho que científicos de renombre denuncien la situación en EE UU. Advierten a las autoridades y a la sociedad que, tal y como se recoge la información, será muy difícil llegar a la realidad.
No es el caso del nuevo estudio publicado en Nature Medicine. En él se concluye que, efectivamente, la utilización de mascarillas quirúrgicas es una ayuda de gran relieve para retrasar el avance de la pandemia por SARS-CoV2, que da lugar a la enfermedad COVID-19.
Estudios como éste de la Universidad de Maryland son bienvenidos en círculos científicos estadounidenses, donde han empezado a alzarse voces de investigadores con gran impacto en sus disciplinas biomédicas, ante lo que denominan “creciente avalancha de papers” con noticias falsas (fake news). Denuncian que la ciencia del COVID-19 está, incluso, de rebajas en algunas publicaciones científicas.
En España parece que va a ocurrir algo similar, por el hartazgo que hay ya entre muchos científicos cuando el Gobierno anuncia medidas “según los expertos”. Pero ¿qué expertos? Porque cuando esta publicación ha hablado con investigadores de reconocido prestigio que están al tanto de los avances sobre este coronavirus, bien sean virólogos, biólogos moleculares, infectólogos, microbiólogos e inmunólogos, entre otros dentro de un amplio espectro de especialidades, ninguno ha sido, ni es, consultado por el Ministerio de Sanidad.
Esta es la realidad de una situación que se traduce en un caos diario. Hay incluso quién apunta a salubristas y antivacunas como los “expertos” que asesoran al Gobierno de Pedro Sánchez. De momento, no hay pruebas, pero las habrá.
Revisión por pares frente a ’fake news’

Volviendo al estudio de la Universidad de Maryland, en el que también han participado investigadores de la Universidad de Hong Kong, demuestra que estas mascarillas pueden limitar la propagación de enfermedades, como la gripe y las producidas por rinovirus y coronavirus.
En una serie de experimentos de laboratorio dirigidos por el doctor Don Milton, de ese campus, las mascarillas redujeron significativamente las cantidades de varios agentes patógenos transmitidos por el aire, provenientes de pacientes infectados.
Estos científicos utilizaron el dispositivo Gesundheit II de captura de aliento, diseñada y desarrollada por el profesor de Salud Pública, Don Milton.
No obstante, hay que precisar que este trabajo no aborda la cuestión de si las mascarillas quirúrgicas protegen a los usuarios de la infección. Sugiere que pueden limitar que las personas infectadas por el SARS-CoV-2, con frecuencia sin síntomas, puedan transmitirlo a otras.
El profesor Milton, que dirige el Laboratorio de Virología de la Universidad de Maryland, ya demostró en un estudio de 2013 que las mascarillas quirúrgicas podrían ayudar a limitar la transmisión de la gripe. Sin embargo, advierte que el efecto puede no ser tan grande fuera de las configuraciones controladas.
Sin embargo, en su opinión, la posibilidad de que puedan ayudar justifica una nueva vía para ver si se debería alentar a todas las personas a usarlas, cuando se aventuran fuera de sus casas a comprar alimentos en tiendas o en otros lugares con mucha gente.