Cáncer de tiroides: Se necesitan nuevas pruebas para detectar tumores de alto riesgo
Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, el carcinoma de tiroides es la neoplasia maligna más común del sistema endocrino, y la forma papilar de la enfermedad representa del 70 al 90% de estas neoplasias. Foto: peoplecreations / Freepik

Aunque el cáncer papilar de tiroides es la forma más común de malignidad en esa glándula, se considera una enfermedad indolente que progresa lentamente y tiene un pronóstico excelente.

Los pacientes, por lo tanto, pueden ser monitoreados regularmente en lugar de someterse a un procedimiento quirúrgico desde el principio. Pero los resultados de un nuevo estudio a gran escala demuestran que, en casi el 20% de los pacientes, los tumores papilares de tiroides de menos de un centímetro tenían signos patológicos de una enfermedad más agresiva que aumentaba el riesgo de que pudieran desarrollar metástasis.

Este estudio, publicado en Journal of the American College of Surgeons, demuestra la necesidad de desarrollar novedosas pruebas que encuentren a los pacientes con estos signos patológicos desde el principio, para que se les expliquen y aconsejen todas las opciones de tratamiento, incluida la extirpación quirúrgica inmediata de parte o la totalidad de la glándula tiroides.

Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, el carcinoma de tiroides es la neoplasia maligna más común del sistema endocrino, y la forma papilar de la enfermedad representa del 70 al 90% de estas neoplasias.

Objetivo, microcarcinoma papilar de tiroides

cancer de tiroides
Los resultados de un nuevo estudio a gran escala demuestran que en cerca del 20% de pacientes, los tumores papilares de tiroides de menos de un centímetro tenían signos patológicos de una enfermedad más agresiva que aumentaba el riesgo de que estos pacientes pudieran desarrollar metástasis a distancia (cáncer que se ha diseminado desde el tumor original –primario- hasta órganos o nódulos linfáticos lejanos). Imagen: American College of Surgeons

El microcarcinoma papilar de tiroides (PTMC) es un subgrupo específico de carcinoma papilar de tiroides que representa el 30% de todas las neoplasias papilares de tiroides.

El pronóstico para pacientes con PTMC es bueno; la enfermedad es responsable de solo el 3% de todas las muertes por cáncer de tiroides y el 5% de las muertes de pacientes con carcinoma papilar de tiroides.

El curso asintomático de la enfermedad se demuestra por la prevalencia relativamente alta de PTMC en autopsias de personas que murieron por otras causas (entre el 3 y el 36%) y resultados clínicos comparables para los pacientes, independientemente de si se sometieron a una operación o no.

Además, las pautas recomendadas desde 2015 por la American Thyroid Association para el tratamiento de PTMC apoyan la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides de estos pacientes. Sin embargo, las pautas también discuten la vigilancia activa o el monitoreo intensivo regular y las pruebas repetidas.

En este sentido, hay que recordar que, en 2016 el equipo de Akira Miyauchi, del hospital japonés Kuma, en Kope, considerado como centro de excelencia en cáncer de tiroides, recomendó, tras un ensayo clínico, la observación de pacientes con PTMC.

Matástasis a distancia del cáncer de tiroides

Como explica el doctor Zaid Al-Qurayishi, de la Universidad de Iowa, generalmente estos tumores no son agresivos, pero hay subconjuntos dentro de esos pacientes que pueden desarrollar cánceres más graves que podrían poner en peligro la vida. “Teniendo esto en cuenta -añade-, analizamos específicamente el riesgo de metástasis a distancia y los perfiles patológicos de pacientes con PTMC”.

Los investigadores analizaron retrospectivamente un total de 30.180 registros de pacientes adultos de National Cancer Database (NCDB), que fueron tratados por PTMC entre los años 2010 y 2014.

Se trata de un programa conjunto de la Comisión de Cáncer del American College of Surgeons y la American Cancer Society. Entre estos pacientes, 5.628 (18,7%) mostraron signos patológicos de enfermedad avanzada, como metástasis en los ganglios linfáticos centrales (8%), metástasis en los ganglios linfáticos laterales (4,4%), enfermedad microscópica fuera de la tiroides (6,7%), enfermedad grave fuera de la glándula (0,3%), invasión de los vasos linfáticos y sanguíneos (4,4%) y metástasis a distancia (0,04%).

Como metástasis a distancia se conoce al cáncer que se ha diseminado desde el tumor original (primario) hasta órganos o nódulos linfáticos lejanos.

La presencia de algunas de estas características patológicas se asoció con la propagación de la enfermedad o una menor tasa de supervivencia. “La tasa de mortalidad para pacientes con enfermedad en los ganglios linfáticos fue tres veces mayor, y seis veces mayor para aquellos con metástasis a distancia o diseminación a los pulmones”, detalla el doctor Emad Kandil, coautor del estudio y profesor de Cirugía en Universidad de Tulane, en Nueva Orleans.

Genes para determinar qué tipos de cáncer de tiroides progresarán

En opinión de Kandil, “tener una metástasis en los ganglios linfáticos triplica el riesgo de metástasis a distancia. El extenso extratiroideo tiene un riesgo cinco veces mayor de propagarse a los ganglios linfáticos y un riesgo nueve veces mayor de metástasis a distancia. Todos estos factores están relacionados”.

El equipo del doctor Kandil estudia actualmente un panel de genes que pueden indicar qué tipos de cáncer progresarán y cuáles no.

“No tenemos suficiente información en este momento -reconoce- para confirmar cómo puede progresar la enfermedad. Sin embargo, necesitamos informar a los pacientes sobre la posible presencia de enfermedad agresiva y todas sus opciones de tratamiento”.

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