Un equipo de científicos estadounidenses de la Universidad de Stanford ha descubierto que un subconjunto de células T CD8+ aumenta en la sangre y los tejidos inflamados de pacientes con una variedad de enfermedades autoinmunes y también en personas diagnosticadas de Covid-19 con complicaciones relacionadas con la autoinmunidad.
En un estudio difundido por Science, el equipo de investigadores interdisciplinares liderado por Jing Li, del Instituto de Inmunidad, Trasplante e Infección de la Facultad de Medicina de Stanford, dice, entre otras cosas, que los trabajos en humanos y ratones sugieren que, en ambas especies, estas células T CD8+ reguladoras (y su equivalente en ratones) suprimen las células T patógenas en enfermedades autoinmunes e infecciosas.
Aunque la mayoría de las células T CD8+ se orientan hacia el control de células cancerosas o infectadas por patógenos, existe evidencia de hace tiempo en roedores de que un pequeño subconjunto también puede suprimir las respuestas autoinmunes.
Las células T Ly49+CD8+ son un subconjunto de las células T CD8+ que muestran actividad inmunorreguladora en ratones. En este sentido, Jing Li et al. informan de la existencia de un subconjunto de células T CD8+ similar en humanos; estas células expresan receptores tipo inmunoglobulina de células asesinas (KIR) y se conocen como células T KIR+CD8+.
Hasta la fecha, las funciones supresoras de esta población de células no se han definido claramente. Pero Li et al. destacan que las células T KIR+CD8+ eran más abundantes en la sangre y el tejido inflamado de pacientes con enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca, la esclerosis múltiple y el lupus, así como en pacientes infectados con el virus de la influenza o el SARS-CoV-2. Además, en pacientes con Covid-19, la presencia de células se asoció con complicaciones autoinmunes.
Síntomas de enfermedades autoinmunes
“Esto sugiere que el aumento de las células T KIR+CD8+ es un mecanismo general inducido durante una infección”, aseguran los autores. En leucocitos de pacientes con enfermedad celíaca, las células T KIR+CD8+ eliminaron las células T CD4+ patógenas. Cuando los ratones con deficiencia selectiva de células T Ly49+CD8+ se infectaron con virus, mostraron respuestas inmunitarias antivirales normales, pero finalmente desarrollaron síntomas de enfermedad autoinmune.
Las células T CD8+ (citotóxicas), al igual que las T-helper CD4+, se generan en el timo y expresan el receptor de células T (TCR). También conocidos con el nombre de linfocitos T citotóxicos (CTLs), son una importante herramienta contra patógenos intracelulares, como bacterias o virus, y para la vigilancia de las células tumorales. Una vez que la célula T CD8+ ha reconocido su antígeno y se ha activado, posee tres mecanismos para eliminar las células infectadas o malignas. La primera es a través de la secreción de citocinas, como TNF-α e IFN-γ, con efectos antitumorales y antimicrobianos.
Los investigadores destacan que, a pesar de su papel en la lucha contra virus, bacterias intracelulares y tumores, estos linfocitos también pueden contribuir a un exceso de respuesta inmune causando enfermedades inmunitarias.
Como es bien sabido, los linfocitos son un tipo de glóbulo blanco del sistema inmunológico. Las células CD4 encabezan la lucha contra las infecciones y las CD8 pueden destruir células cancerosas y otros invasores.
Células asesinas naturales
Como explican la doctora Natalia Taboada y colaboradores, las células asesinas naturales (natural killer cells) son un tipo de linfocitos producidos en la médula ósea, cuya función efectora se media por la producción de citocinas y su actividad citotóxica.
Se encuentran principalmente en los nódulos linfoides y la sangre, pero también se distribuyen ampliamente en la piel, el intestino, el hígado, los pulmones y el útero, entre otros tejidos.
El papel fundamental que tienen estas células se ha hecho evidente en algunas personas con deficiencias de células natural killer, quienes, a pesar de tener un adecuado número y función de linfocitos T y B, presentan infecciones virales recurrentes y tienden a desarrollar infecciones severas por los virus varicela zóster y citomegalovirus, entre otros.
En pacientes con cáncer de mama y cáncer colorrectal, se ha informado de que las alteraciones fenotípicas y funcionales en estas células se asocian a un mayor grado de progresión de la enfermedad.
De esta manera, las futuras investigaciones que involucren células natural killer podrían ayudar a clarificar su participación en procesos infecciosos, tumorales y abortos recurrentes, para definir su uso potencial en terapias inmunomoduladoras.