
Un suplemento vitamínico muy popular causa cáncer y metástasis cerebral, según un innovador estudio de investigadores estadounidenses. Contiene ribósido de nicotinamida y está catalogado como nutracéutico.
Estudios anteriores habían relacionado estos suplementos dietéticos con salud cardiovascular y neurológica, pero ahora un equipo interdisciplinar de investigadores de la Universidad de Missouri ha descubierto que, en realidad, el ribósido de nicotinamida participa en la aparición de cáncer.
En las páginas de Biosensors and Bioelectronics aparece el estudio dirigido por la profesora Elena Goun, en el que los científicos reconocen que, a pesar de su amplia disponibilidad comercial “como poderoso nutracéutico, nuestra comprensión de la captación de ribósido de nicotinamida (una forma de vitamina B3) por diferentes células y tejidos está muy limitada por la falta de herramientas de imágenes in vivo no invasivas que limitan su traducción clínica”.
El equipo de la profesora Goun ha descubierto que niveles altos de esta sustancia no solo pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama triple negativo, sino que también podrían hacer que el cáncer haga metástasis o se propague al cerebro.
La profesora Goun hace hincapié en que algunas personas los toman “porque asumen automáticamente que las vitaminas y los suplementos solo tienen beneficios positivos para la salud, pero realmente se sabe muy poco sobre cómo funcionan”.
Debido a esta falta de conocimiento, los científicos de la Universidad de Missouri decidieron encontrar respuestas a preguntas básicas sobre cómo actúan las vitaminas y los suplementos en el cuerpo.
En esta decisión también influyó el fallecimiento, a los 59 años, del padre de la profesora Goun, tres meses después de que le diagnosticaran cáncer de colon. Esta investigadora quiso encontrar una mejor comprensión científica del metabolismo del cáncer y cómo se propaga por el organismo.
Suplemento vitamínico y cáncer
Así, como el ribósido de nicotinamida es un suplemento conocido por aumentar los niveles de energía celular y las células cancerosas se alimentan de ella, la profesora Goun se puso como objetivo prioritario investigar su vinculación con el desarrollo y la propagación del cáncer.
“Nuestro trabajo es especialmente importante dada la amplia disponibilidad comercial y una gran cantidad de ensayos clínicos en humanos en curso donde se usa esa forma de vitamina B3 para mitigar los efectos secundarios de la terapia contra el cáncer en los pacientes”, puntualiza Elena Goun.
Desarrollaron una nueva técnica de imagen basada en bioluminiscencia ultrasensible, que permite la cuantificación de los niveles de ribósido de nicotinamida en tiempo real, de una manera no invasiva. Su presencia se muestra con luz y, cuanto más brillante es la luz, está más presente.
Los resultados de este trabajo se traducen, como enfatiza la profesora Goun, en una alerta para llevar a cabo nuevas investigaciones sobre los efectos secundarios de suplementos como ribósido de nicotinamida antes de su comercialización.
Como recuerda esta investigadora, que consiguió su doctorado en Química en la Universidad de Stanford, en California, “no todos los cánceres son iguales en todas las personas, especialmente desde el punto de vista de las firmas metabólicas. A menudo, los cánceres pueden incluso cambiar su metabolismo antes o después de la quimioterapia”.
En su laboratorio, esta científica trabaja en reprogramación metabólica del cáncer, en el desarrollo de nuevas herramientas para sondear la actividad mitocondrial en células y animales vivos, así como en nuevas herramientas para desentrañar las funciones enzimáticas de microbiota intestinal.