
El virus del papiloma humano (VPH), contra el que existe una vacuna desde 2006, es la infección de transmisión sexual más común en EE UU y la infección persistente con ciertos tipos de virus que puede causar cáncer de cuello de útero (cérvix).
Para prevenir la infección del VPH, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC) recomiendan que los adolescentes, tanto niños como niñas menores de 15 años, se vacunen con dos dosis de la vacuna contra el VPH.

El órgano oficial de la American Cancer Society (ACS), Cancer, publica hoy las conclusiones de un trabajo que trata de determinar la efectividad de los distintos programas según el número de dosis.
Así, la doctora Ana M. Rodríguez, de la Universidad de Texas en Galveston, y su equipo analizaron información sobre mujeres de 9 a 26 años que no se vacunaron o que recibieron más de una dosis de la vacuna contra el VPH, entre enero de 2006 y junio de 2015.
El análisis incluyó a un total de 133.082 mujeres (66.541 vacunadas y 66.541 no vacunadas). De esta manera, entre las mujeres de 15 a 19 años, las que recibieron una, dos o tres dosis de la vacuna contra el VPH tuvieron tasas más bajas de enfermedad cervical preinvasiva que las adolescentes que no se vacunaron.
Mayor impacto de la vacuna contra VPH a edades más tempranas
En cinco años, el 2,65% de las adolescentes no vacunadas de 15 a 19 años desarrollaron enfermedad cervical preinvasiva, antesala del cáncer de cérvix, en comparación con el 1,6%, 1,99% y 1,86% en los grupos de una, dos y tres dosis, respectivamente.
Finalmente, el riesgo de enfermedad cervical preinvasiva fue del 36%, 28% y 34% menor para las adolescentes que recibieron una, dos y tres dosis, respectivamente, en comparación con las que no se vacunaron.
Sin embargo, para los grupos de edad más jóvenes (menos de 15 años) y mayores (20 años o más), los investigadores no encontraron diferencias significativas entre los grupos vacunados en términos de riesgo de enfermedad cervical preinvasiva.
La doctora Rodríguez explica que su estudio demuestra el impacto de la vacunación a edades más tempranas y su protección duradera a largo plazo contra el cáncer de cuello de útero. «Es importante educar a los padres sobre la necesidad de vacunar a sus hijos», advierte la investigadora.
Un editorial que acompaña al trabajo en Cancer examina las implicaciones para la salud pública de estos hallazgos. “Si una única dosis de la vacuna contra el VPH fuera suficiente para una protección efectiva, la implementación y la ampliación de la vacuna contra este virus requerirían menos logística, las dosis disponibles podrían extenderse aún más y el costo general sería menor”, opinan.