SARS-CoV-2 surgió en China tras la peste porcina de 2019
Un sarbecovirus que circula en murciélagos de herradura sembró el progenitor del ARS-CoV, en un hospedador animal intermedio, muy probablemente gatos de algalia. Foto: CC BY-SA 2.0/tontantravel

Cuando se llevan documentados cerca de 206 millones de casos, con una cifra próxima a los 4,4 millones muertos con más de 1.241 millones de personas ya vacunadas en todo el mundo, según el Cornavirus Research Center de la Universidad estadounidense Johns Hopkins, investigadores británicos y chinos concluyen en Science que la zoonosis con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se debe a la peste porcina africana de 2019, que en China se tradujo con el sacrificio de unos 150 millones de cerdos.

Esta situación produjo un grave desabastecimiento de productos porcinos en la población, que los investigadores cifran en una reducción del suministro de carne de cerdo de unos 11,5 millones de toneladas, en 2019.

Aunque la producción de otras carnes, como aves, res y productos pesqueros, aumentó moderadamente y China importó más de estos productos de los mercados internacionales para mitigar el déficit, este suministro solo cubrió una fracción de las pérdidas de carne de cerdo asociadas con el virus de la peste porcina.
 
En consecuencia, los precios de la carne de cerdo alcanzaron un récord en noviembre de 2019 y el precio mayorista aumentó unas 2,3 veces en comparación con el año anterior. Además, la producción porcina se ha trasladado del sur al norte de China desde 2016.

Todo esto, junto con las estrictas restricciones al movimiento de cerdos vivos y productos porcinos para mitigar la peste porcina africana, redujo la disponibilidad de carne de cerdo en las provincias del este y del sur de China, y los precios aumentaron allí de forma considerable.

Origen de SARS-CoV-2 en China

En este estudio, los investigadores dirigidos por Spyros Lystras, del Centro de Investigación de Virus de la Universidad de Glasgow y Wei Xia, de la Universidad de Agricultura, en Guangzhou, especulan con la posibilidad de que consumidores y productores de alimentos “pueden haber recurrido a carnes alternativas, incluida la vida silvestre cultivada o capturada, especialmente en el sur de China, donde la vida silvestre se consume tradicionalmente. El consiguiente aumento del comercio de animales de granja y vida silvestre podría haber llevado a los chinos a un contacto más frecuente con productos cárnicos y animales infectados con patógenos zoonóticos, incluidos los SARS-CoV”.

Lystras y Xia coinciden en subrayar que para comprender el origen de la pandemia de Covid-19 es necesario remontarse a 2002. Ese año apareció un nuevo coronavirus respiratorio en Foshan, provincia de Guangdong (China), y se extendió a 29 países.

Unas 8.000 personas se infectaron con el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), antes de que las medidas de salud pública controlaran su propagación en 2003. El origen zoonótico del SARS-CoV se vinculó posteriormente a los animales vivos disponibles en los mercados. 

En Guangzhou se produjeron más eventos de propagación esporádicos de SARS-CoV de animales y algunos investigadores que trabajaban con virus cultivados se infectaron en accidentes de laboratorio, pero finalmente el SARS-CoV se eliminó de la población humana. 

Llegados a este punto, Lystras y Xia destacan que el comercio de animales hospedadores susceptibles es un tema común importante en los orígenes del SARS y el Covid-19.

Tres años después de que comenzara la epidemia de SARS, las investigaciones revelaron que, en China, los murciélagos de herradura (Rhinolophus) portaban coronavirus relacionados con el SARS (SARS-CoV), que comprende el subgénero Sarbecovirus del género Betacoronavirus

Se infirió que un sarbecovirus que circula en murciélagos de herradura sembró al progenitor del SARS-CoV, en un hospedador animal intermedio, muy probablemente gatos de algalia.

Aunque se identificaron otros posibles huéspedes intermediarios para el SARS-CoV, en particular raccoon dogs y badgers (a la venta con gatos de algalia en los mercados de animales), es una población de gatos de algalia dentro de los mercados los que parecen haber actuado como conductos de transmisión a humanos del reservorio de murciélagos de herradura del SARS-CoV, en lugar de que los gatos de algalia sean una especie hospedadora reservorio a largo plazo. 

Especulaciones sobre la infección inicial de SARS-CoV-2 en China

Presumiblemente, un gato de algalia en cautiverio se infectó inicialmente por contacto directo con murciélagos, por ejemplo, como resultado de que los murciélagos buscaban alimento en granjas o mercados, o se infectó antes de la captura. 

Después de la epidemia de SARS, una mayor vigilancia reveló la amenaza inmediata que representan los sarbecovirus de los murciélagos herradura. A pesar de esta clara advertencia, otro miembro de la especie SARS-CoV, el SARS-CoV-2, surgió en 2019 y se propagó con una eficiencia sin precedentes entre las personas.

En este pormenorizado y apasionante relato, los investigadores subrayan a renglón seguido que el SARS-CoV-2 surgió por primera vez en la ciudad de Wuhan, que está a más de 1.500 kilómetros del sarbecovirus natural conocido más cercano, recogido de murciélagos de herradura en la provincia de Yunnan.

Así, se preguntan ¿cómo llegó el SARS-CoV-2 a Wuhan? Desde su aparición, el muestreo ha revelado que los coronavirus genéticamente cercanos al SARS-CoV-2 están circulando en murciélagos en herradura, que se encuentran ampliamente dispersos del este al oeste de China, y en el sudeste de Asia y Japón.

Estiman que los sarbecovirus de murciélago evolutivamente más cercanos comparten un ancestro común con el SARS-CoV-2 hace al menos 40 años, lo que demuestra que estos virus recolectados en Yunnan son muy divergentes del progenitor del SARS-CoV-2.

Entonces, ¿cómo llegó el SARS-CoV-2 a las personas? Aunque es posible que se haya producido una propagación del virus a través del contacto directo entre murciélagos y humanos, un riesgo conocido de SARS-CoV, los primeros casos de SARS-CoV-2 detectados en diciembre de 2019 están asociados con los mercados húmedos de Wuhan

Los investigadores hacen hincapié en que, actualmente, no es posible estar seguro de la fuente animal del SARS-CoV-2, “pero es notable que los animales vivos, incluidos los gatos de algalia, los zorros, los visones y los racoon dogs, todos susceptibles a los sarbecovirus, estaban a la venta en los mercados de Wuhan, en China, incluido el de Huanan (identificado como epicentro del brote en Wuhan) a lo largo de 2019″.

Humanos, especie huésped dominante de SARS-CoV-2 

Muchos de estos animales se cultivan a gran escala por su piel y luego se venden a los mercados de animales. Algunas de estas especies cultivadas (visones americanos, zorros rojos y racoon dogs) se vendieron vivos como alimento por los comerciantes de animales de Wuhan, aunque ninguna especie de murciélago estaba a la venta.

Por otra parte y si existen estas rutas de transmisión a los seres humanos, los investigadores se preguntan ¿por qué la emergencia es tan rara que solo han ocurrido dos brotes importantes en las últimas dos décadas? 

Los eventos de desbordamiento no son tan inusuales en lugares donde tienen lugar contactos más frecuentes entre humanos y animales. Todo esto está indicado por estudios serológicos que demuestran evidencia de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV en personas que viven en zonas rurales, e incluso tasas más altas registradas en las que viven cerca de las cuevas de murciélagos.

Terminan diciendo Lystras y Xian que el riesgo de desbordamiento “aumentará con la invasión humana en las áreas rurales. Cuando un virus nuevo se expone a una población humana densamente concentrada, como en la ciudad de Wuhan, estos eventos de desbordamiento tienen una probabilidad mucho mayor de traducirse en una propagación sustancial hacia adelante”. 

Las personas -concluye este estudio- son ahora la especie huésped dominante del SARS-CoV-2. El peligro es que podría propagarse de los humanos a otras especies animales, lo que se denomina zoonosis inversa, como se sospecha que ha ocurrido con el venado de cola blanca en Estados Unidos. La infección promiscua de varias especies hospedadoras por los sarbecovirus significa que es muy probable que en el futuro se propaguen los SARS-CoV de la vida silvestre, y las vacunas actuales pueden no proteger contra nuevas variantes. 

“Es necesario aumentar urgentemente -afirman los científicos- la intensidad del muestreo de sarbecovirus para comprender mejor este riesgo de desbordamiento. El hallazgo reciente de sarbecovirus, no muy diferente al SARS-CoV-2, dispersos en el sudeste asiático enfatiza la urgencia de monitorear la diversidad de coronavirus”.

En esta investigación participaron también Joseph Hughes y David L. Robertson, de la Universidad de Glasgow, y Xiaowi Jiang, de la Universidad de Liverpool y del Departamento de Ciencias Biológicas en Suzhou (China).

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