
En la actualidad, todavía no hay ningún tratamiento farmacológico para la prediabetes, pero un equipo de investigadores y clínicos alemanes del Centro para la Investigación de la diabetes (DZD) asegura que si se reduce la grasa abdominal, se traduce en su remisión.
En este equipo multidisciplinar de científicos alemanes también han participado especialistas del Instituto de Investigación de la Diabetes y Enfermedades Metabólicas (IDM) de Helmholtz, en Munich, y del Departamento de Diabetología, Endocrinología y Nefrología del Hospital Universitario de Tübingen. Realizaron un análisis post-hoc en participantes con prediabetes del Prediabetes Lifestyle Intervention Study (PLIS), para investigar este extremo.

El estudio observacional multicéntrico, controlado y aleatorizado, que difunde The Lancet Diabetes & Endocrinology, se centró en un total de 1.105 personas con prediabetes que lograron reducir su peso corporal en al menos un 5 % mediante una intervención en el estilo de vida de 12 meses que incluía una dieta saludable y una mayor actividad física.
Pasado ese tiempo, los investigadores evaluaron a los 298 participantes que habían logrado una pérdida de peso mínima del 5 %. Los que respondieron fueron los participantes cuyos niveles de glucosa en sangre en ayunas, glucosa en dos horas y HbA1c se habían normalizado en 12 meses, lo que indica que habían entrado en remisión. Los que no respondieron fueron aquellos que no consiguieron la remisión a pesar de perder peso y todavía tenían prediabetes.
Es bien sabido que la prediabetes es una afección que precede a la diabetes tipo 2 y aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos, enfermedades renales y oculares y varios tipos de cáncer. Actualmente, no existe ningún tratamiento farmacológico aprobado disponible para la prediabetes.
Remisión de la enfermedad
Los científicos del DZD muestran ahora cómo y mediante qué mecanismos se puede llevar la prediabetes a la remisión, es decir, a un estado en el que los niveles de glucosa en sangre vuelven a la normalidad. El estudio multicéntrico también muestra que la remisión de la prediabetes protege contra la diabetes tipo 2 y se asocia a largo plazo con una mejor función renal y vascular.
Una peculiaridad, según estos científicos, es que los mecanismos subyacentes son diferentes de los de la remisión de la diabetes tipo 2.
Hasta hace unos años se pensaba que la diabetes tipo 2 era irreversible. Ahora -siempre según estos científicos alemanes- puede entrar en remisión en un número significativo de personas, mediante una pérdida sustancial de peso. Reconocen, sin embargo, que esta remisión rara vez dura, ya que la mayoría de las personas suelen desarrollar diabetes tipo 2 nuevamente al cabo de unos años.
Como señala el profesor Andreas Birkenfeld, de la Universidad de Tübingen y primer autor de este trabajo, “nuestro objetivo era explorar la viabilidad de comenzar antes e implementar medidas preventivas ya en una etapa que precede a la diabetes tipo 2, es decir, la prediabetes, con el objetivo de revertirla. Esto podría ser crucial para los pacientes con prediabetes, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, así como complicaciones cardíacas, renales y oculares, entre otras”.
Contrariamente a las suposiciones iniciales, no fue la pérdida de peso lo que distinguió a los que entraron en remisión de los que no, ya que no hubo diferencias en la pérdida de peso relativa entre los que respondieron y los que no respondieron.
Grasa abdominal y prediabetes
Los individuos que lograron la remisión demostraron una mejora notable en la sensibilidad a la insulina en comparación con los que no respondieron. Los pacientes con prediabetes que respondieron habían perdido más grasa abdominal a pesar de perder la misma cantidad de peso corporal.
Otro dato de relieve es que la cantidad de insulina secretada permaneció inalterada en ambos grupos. Esta diferencia -según los científicos- es crítica en comparación con la remisión de la diabetes tipo 2, que depende principalmente de una mayor secreción de insulina.
Como es bien sabido, la grasa abdominal visceral se encuentra directamente en la cavidad abdominal y rodea los intestinos. Su impacto sobre la sensibilidad a la insulina se atribuye, en parte, a una respuesta inflamatoria en el tejido adiposo. De hecho, los participantes que entraron en remisión también tenían menos proteínas inflamatorias en la sangre.
Para sorpresa de los investigadores, no se registraron diferencias entre ambos grupos en la reducción de la grasa hepática, importante factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y prediabetes.
Los que lograron la remisión mostraron un riesgo reducido del 73 % de desarrollar diabetes tipo 2, incluso dos años después. También mostraron marcadores reducidos de daño renal y un mejor estado de sus vasos sanguíneos.
Se puede considerar que se ha producido una remisión en la prediabetes cuando la glucemia en ayunas cae por debajo de 100 mg/dl (5,6 mmol/l); la glucosa en dos horas por debajo de 140 mg/dl (7,8 mmol/l) y la HbA1c por debajo de 5,7 %.
La probabilidad de remisión aumenta cuando se reduce el peso corporal y la circunferencia de la cintura disminuye al menos unos cuatro centímetros en las mujeres y unos siete en los hombres. En opinión de los investigadores, estos criterios pueden utilizarse ahora como biomarcadores.