Meningitis: hacen falta nuevas vacunas
Los científicos creen que se necesitarán nuevas vacunas dirigidas a todas las cepas neumocócicas que colonizan la nariz y la garganta, independientemente del tipo capsular. Foto: Pressfoto / Freepik

Las vacunas conjugadas neumocócicas (PCV) han sido muy efectivas para reducir la neumonía y otras infecciones invasivas causadas por la bacteria Streptococcus pneumoniae, como la meningitis. Sin embargo, las tasas de esta enfermedad han mostrado pocos cambios, ya que las cepas neumocócicas no atacadas por estos preparados emergen como causas más importantes de meningitis.

Esta es la principal conclusión del trabajo que acaba de aparecer en The Pediatric Infectious Disease Journal, el diario oficial de la Sociedad Europea para Enfermedades Infecciosas Pediátricas.

Los investigadores Reshmi Mukerji y David E. Briles, de la Universidad estadounidense de Alabama en Birmingham, analizan la evidencia sobre cómo la meningitis neumocócica ha cambiado desde la introducción de las mencionadas vacunas.

Para avanzar en la reducción de las tasas de meningitis en todo el mundo, los científicos creen que se necesitarán nuevas vacunas dirigidas a todas las cepas neumocócicas que colonizan la nariz y la garganta, independientemente del tipo capsular.

Meningitis bacteriana, difícil de tratar

Las vacunas PCV7 y PCV13, dirigidas a siete y 13 cepas de bacterias neumocócicas, respectivamente, han sido altamente efectivas para reducir las tasas de enfermedad neumocócica invasiva, incluida la neumonía y la infección o sepsis del torrente sanguíneo.

Pero a pesar de su utilización, las bacterias neumocócicas siguen siendo la principal causa de meningitis en los niños. En todo el mundo, se han informado tasas de meningitis de hasta 13 casos por cada 100.00 niños.

Es sabido que la meningitis bacteriana es una infección del cerebro y las membranas de la médula espinal. Difícil de tratar, a menudo es mortal y causa complicaciones duraderas en los sobrevivientes.

Estudios recientes han demostrado que las tasas de meningitis neumocócica en niños y adultos han sido estables o han aumentado, en gran parte debido a las cepas bacterianas que no son blanco de las vacunas conjugadas neumocócicas.

Cepas de reemplazo que no son de PCV

La investigadora Mukerji y el doctor Briles explican que «el uso generalizado de las vacunas dio como resultado la aparición de una amplia diversidad de cepas de reemplazo que no son de PCV. Aunque este reemplazo de serotipo se ha producido en todo el mundo, la evidencia sugiere que las tasas son más altas en Europa y América del Norte«. Estas cepas de tipo no vacunal causan meningitis, al menos, tan grave como los tipos a las que se dirigen PCV7 y PCV13.

Además -matizan estos científicos- numerosos neumococos cubiertos por PCV13 forman cápsulas que los protegen del sistema inmune del cuerpo en los pulmones y la sangre. Sin embargo, las cepas de reemplazo rara vez causan sepsis, lo que sugiere que sus cápsulas sin PCV no les permiten sobrevivir bien en el torrente sanguíneo.

Los neumococos con cápsulas de tipo no PCV pueden viajar al cerebro directamente desde la nariz, la garganta y el oído, a través de los nervios olfatorio y auditivo, en lugar de hacerlo por el torrente sanguíneo.

Esto podría ocurrir cuando neumococos de tipos capsulares no PCV, que han reemplazado en gran medida a las bacterias a las que se dirigen los PCV actuales, colonizan la nariz y la garganta. Para prevenir tales casos de meningitis, se deberán desarrollar nuevas vacunas para prevenir o reducir en gran medida la colonización con estas bacterias capsulares, no vacunales.

Vacunas contra la meningitis dirigidas a proteínas específicas

El problema -reconocen estos científicos- es que hay más de 98 tipos capsulares diferentes, por lo que sería difícil o imposible enfocarlos en una sola vacuna. La alternativa más prometedora podrían ser las vacunas dirigidas a proteínas específicas involucradas en la formación y colonización de la cápsula neumocócica.

Los autores de este trabajo describen un enfoque en el que esta estrategia podría probarse primero en estudios a pequeña escala, antes de estudios más grandes para confirmar su efectividad en la prevención de la meningitis.

«Debido a que prácticamente todos los casos de meningitis neumocócica conducen a secuelas neurológicas permanentes o muerte, valdría la pena el esfuerzo para desarrollar una nueva vacuna capaz de prevenir la meningitis neumocócica independientemente del tipo capsular», opinan Mukerji y Briles.

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