Leche para prevenir enfermedades crónicas
La leche y los productos lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen a cumplir los requisitos nutricionales de proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico. Foto: Freepik

Como recuerda el profesor Ángel Gil Hernández en Advances in Nutrition, existe un vínculo positivo entre la ingesta moderada de leche durante el embarazo y el peso al nacer, la longitud y el contenido mineral óseo durante la infancia, así como con la prevención de enfermedades crónicas.

Además, una ingesta diaria de leche y productos lácteos entre las personas mayores puede reducir el riesgo de fragilidad y sarcopenia.

El catedrático de la Universidad de Granada, Ángel Gil Hernández, es uno de los coordinadores de este estudio. Foto: UGR

Estas son solo algunas de las conclusiones de una revisión sistemática de 14 artículos que tratan el papel de la leche y los productos lácteos en la prevención de enfermedades crónicas.

En este trabajo también participaron especialistas de otras Universidades europeas y americanas, bajo la coordinación de la Universidad de Granada.

En él se revisa la literatura científica mundial sobre el papel de los productos lácteos en la salud y en la prevención de enfermedades crónicas (síndrome cardiovascular, síndrome metabólico, cáncer de colon o vejiga y diabetes tipo 2). También examina los efectos de los productos lácteos sobre el crecimiento, la densidad mineral ósea, la generación de masa muscular y durante el embarazo o la lactancia.

Beneficios de la leche frente a enfermedades crónicas: evidencias científicas

La leche y los productos lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen a cumplir los requisitos nutricionales de proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.

Sin embargo, el consumo de productos lácteos está disminuyendo, por debajo del nivel recomendado en muchos países, ya que los beneficios potenciales de la leche y los productos lácteos están empezando a ser cuestionados.

Esta revisión tiene como objetivo evaluar y sintetizar la evidencia científica sobre el efecto del consumo de leche y productos lácteos en términos de salud y prevención de diversas enfermedades crónicas y mortalidad por todas las causas, teniendo en cuenta la importancia de mantener una adecuada calidad de la dieta en las diferentes etapas del ciclo de vida.

La evidencia reunida en el estudio se basa en los hallazgos de los metaanálisis y las revisiones sistemáticas de los estudios observacionales, los ensayos controlados aleatorios y las revisiones.

Entre ellos figuran los siguientes: efecto del consumo de leche y productos lácteos durante el embarazo y la lactancia; efecto del consumo de productos lácteos en la altura y densidad mineral ósea de los niños; consumo de leche y productos lácteos y riesgo de mortalidad; consumo de productos lácteos en la prevención del síndrome metabólico y asociación entre el consumo de productos lácteos y riesgo de cáncer colorrectal en adultos.

Menor riesgo de diabetes tipo 2

Los investigadores también encontraron que una mayor ingesta de productos lácteos no presenta una asociación clara con una disminución del riesgo de fractura osteoporótica total o de fractura de cadera, pero existe una asociación con un menor riesgo de fractura vertebral.

En el análisis de las diferencias entre el consumo alto y bajo de productos lácteos, no se identificó ninguna asociación entre el consumo de productos lácteos y el aumento del riesgo de mortalidad. La ingesta total de productos lácteos bajos en grasa se asoció con un riesgo reducido de síndrome metabólico, lo que respalda la opinión de que el consumo de productos lácteos no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y podría tener un efecto ligeramente protector.

Se observaron asociaciones inversas entre el consumo de productos lácteos y la cardiopatía isquémica y el infarto de miocardio. La evidencia científica actual también sugiere que el consumo de tales productos, especialmente los productos lácteos y el yogur bajos en grasa, puede estar asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2.

Finalmente, señalan que fortalecer los productos lácteos con fitoesteroles y ácidos grasos omega 3 parece constituir una estrategia adecuada para mejorar los biomarcadores de riesgo cardiometabólico.

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