Los atascos son un ejemplo perfecto de lo que sucede cuando demasiadas personas circulan juntas en el mismo espacio. Sin embargo, los movimientos en grandes colonias de hormigas evitan este problema.
Para averiguar el misterio de cómo las hormigas se mueven de manera tan eficaz, los investigadores realizaron un total 170 experimentos filmados para observar a estos insectos que se trasladaban entre su nido y una fuente de alimento.
Las pruebas tuvieron en cuenta el ancho del camino y la cantidad de hormigas incluidas en el estudio (entre 400 y 25.600) para variar la densidad, la cantidad de insectos por unidad de superficie.
Lo que vieron sorprendió a los investigadores del Centro francés de Cognición Animal (CNRS / Université Toulouse III – Paul Sabatier) y de la Universidad estadounidense de Arizona, que publicaron sus conclusiones en eLife.
Cuando la densidad aumenta, los flujos de hormigas aumentan y luego se vuelven constantes, mientras que el tráfico humano, por encima de un cierto umbral de densidad, disminuye a cero y provoca atascos. Las hormigas, por otro lado, aceleran hasta alcanzar un flujo o capacidad máxima en el camino.
Las hormigas esperan a que se reduzca el flujo de tráfico para evitar atascos
Cuando el tráfico se vuelve demasiado denso y causa elevado número de colisiones entre hormigas, cambian de táctica, prefiriendo evitar colisiones, que consumen mucho tiempo, en lugar de continuar acelerando. Del mismo modo, los investigadores percibieron que a niveles de densidad excesivamente altos, las hormigas se abstienen de unirse al flujo del tráfico y esperan a que se reduzca.
Si bien el tráfico de hormigas es comparable a los flujos de peatones y vehículos de muchas maneras, también es sustancialmente diferente. Las hormigas, protegidas por su exoesqueleto, no temen a las colisiones y pueden acelerar cuando las personas preferimos reducir la velocidad.
Además, los movimientos en las colonias de hormigas comparten un objetivo común: el forrajeo, que se lleva a cabo de manera efectiva independientemente de la densidad. Las hormigas parecen evitar la trampa de los atascos al adaptar continuamente sus reglas de tráfico para adaptarse al hacinamiento local, mientras que el tráfico de automóviles sigue reglas invariables, como detenerse en una luz roja independientemente del tráfico.
