Aunque el consumo de tabaco entre los adolescentes ha disminuido en las últimas décadas, el uso del cigarrillo electrónico por este colectivo representa un nuevo riesgo de trastorno por consumo de nicotina y tabaquismo.
Esta es la principal conclusión del estudio dirigido por el doctor Olusegun Owotomo, del Children’s National Hospital, de Washington, que acaba de publicar Pediatrics. Este clínico ha encontrado que el uso del cigarrillo electrónico está asociado con un mayor riesgo de fumar cigarrillos entre los adolescentes que no tenían la intención previa de comenzar a fumar convencionalmente.
El doctor Owotomo recuerda que distintas investigaciones demuestran que los adolescentes que utilizan cigarrillos electrónicos después “progresan a fumar cigarrillos y no son simplemente aquellos que habrían terminado fumando cigarrillos de todos modos”.
Ahora, añade, “nuestro estudio demuestra que el cigarrillo electrónico pueden predisponer a los adolescentes a fumar cigarrillos, incluso cuando no tienen intenciones previas de hacerlo”.
En uno de los primeros trabajos representativos a nivel nacional guiados por la teoría para identificar qué usuarios adolescentes de cigarrillo electrónico tienen mayor riesgo de progresar hacia el consumo de cigarrillos convencionales, los investigadores analizaron datos de más de 8.000 adolescentes estadounidenses, de entre 12 y 17 años, que nunca habían fumado.
Los datos se recopilaron del estudio Population Assessment of Tobacco and Health (PATH), de los Institutos Nacionales de Salud (INH) y de la Food and Drug Administrations (FDA), sobre consumo de tabaco de 2014 a 2016.
Entre los adolescentes que no tenían la intención de fumar cigarrillos en el futuro, los que usaban cigarrillos electrónicos tenían más de cuatro veces más probabilidades de comenzar a fumar cigarrillos un año después, en comparación con los que no utilizaban cigarrillo electrónico.
Uso del cigarrillo electrónico entre adolescentes
El uso de cigarrillos electrónicos constituye un factor de riesgo relativamente nuevo para el trastorno por consumo de nicotina entre los adolescentes estadounidenses. Un trabajo de 2019 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Atlanta, encontró que el 28% de los estudiantes de bachillerato y el 11% de los estudiantes de secundaria eran usuarios de cigarrillos electrónicos.
Con la reciente aparición de productos de cigarrillos electrónicos más nuevos y potencialmente altamente adictivos, los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de nicotina y progresar a fumar cigarrillos convencionales.
“La abstinencia de los cigarrillos electrónicos puede proteger a los adolescentes de convertirse en futuros fumadores y todas las partes interesadas deben enmarcarla como una estrategia de prevención del tabaquismo”, recomienda el doctor Owotomo.
En este sentido, defiende que “los pediatras están en la mejor posición para educar a los pacientes y sus familias sobre las consecuencias clínicas y psicosociales del uso de cigarrillos electrónicos, y deben apoyar las campañas de educación y los esfuerzos de promoción dirigidos a desalentar el uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes”.
Dependencia del tabaco
Como señala Mayo Clinic, la nicotina produce efectos físicos y cambios de humor en el cerebro que califica de ”temporalmente placenteros”. Estos efectos hacen que se dese consumir tabaco y generan dependencia.
En muchas personas, la nicotina del cigarrillo estimula receptores del cerebro para que liberen dopamina, lo que desencadena una respuesta de placer.
Al dejar de fumar, se detiene la respuesta de placer del cerebro porque los receptores no reciben nicotina, lo que provoca los síntomas de abstinencia de nicotina. Si se combate la abstinencia y se utilizan productos para dejar de fumar a fin de controlar los síntomas y el deseo intenso de hacerlo, la cantidad de receptores de nicotina vuelve a la normalidad, lo que ayuda a dejar de fumar definitivamente.
Paralelamente, abandonar el consumo de tabaco provoca síntomas de abstinencia, entre ellos irritabilidad y ansiedad.
Si bien la nicotina del tabaco es lo que provoca la dependencia de la esta droga, la causa de los efectos tóxicos del tabaco convencional son otras sustancias que contiene, como el alquitrán, por ejemplo.
En este punto es necesario recordar que los fumadores tienen tasas mucho más altas de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cánceres que los no fumadores.