Nace la Fundación PharmaMar, para apoyar la investigación y la divulgación científica
José María Fernández Sousa-Faro, presidente de PharmaMar. Foto: Zeltia

Entre los tres fármacos con mayor potencial antiviral para combatir al SARS-CoV-2, que causa Covid-19, figura Aplidin, desarrollado por científicos de la empresa española PharmaMar. Los otros dos son molnupiravir y óxido nítrico (NO*). El análisis de su potencial antivírico figura en las conclusiones del estudio que aparece en Archives of Virology, protagonizado por un equipo de científicos de la Universidad de Tabriz, en Irán.

No obstante y como matizan los autores de este trabajo, dirigidos por la investigadora Samineh Beheshtirouy, esta revisión puede tener algunas limitaciones, fundamentalmente, por la acumulación de datos sobre Covid-19. “No pudimos incluir todas las pruebas -explican en el estudio-, y por lo tanto nos centramos más en los ensayos clínicos finalizados y en curso”.

Antivirales en investigación y su mecanismo de acción durante el ciclo de vida viral. Archives of Virology

En este sentido, reconocen también que, debido a la publicación diaria de datos sobre medicamentos en investigación, “la importancia de algunos puede haber cambiado y otros pueden haber obtenido la aprobación de la FDA o haber sido revocada”.

En este trabajo se resumen los nuevos antivirales en estudio contra Covid-19. Según la evidencia actual, se prevé que Molnupiravir, Plitidepsina y NO* desempeñen, en un futuro próximo, un papel importante en el tratamiento de la enfermedad producida por SARS-CoV-2.

La Plitidepsina (Aplidin ó dehidrodidemnina B) fue aislado de la ascidia Aplidium albicans. Como recuerdan en su estudio estos investigadores, este organismo marino es un inhibidor del factor de elongación de la traducción eucariota 1 alfa (eEF1A); esto es, un factor responsable de la entrega enzimática del ácido ribonucleico de transferencia (ARNt) al ribosoma en el proceso de translación.

‘Aplidin’, un fármaco aprobado en Australia

Según la compañía presidida por el profesor José María Fernández Sousa-Faro, hasta ahora Plitidepsina solo se ha encontrado en las aguas de Es Vedrá, un islote de roca caliza a unos dos kilómetros de la costa suroccidental de Ibiza.

La proteína eEF1A es un factor huésped esencial para la replicación de varios virus, incluido el de la gripe, el respiratorio sincitial (RSV) y el SARS-CoV-2.

Recuerdan, en este punto, que White et al. demostraron en Science que Plitidepsina podría inhibir la replicación del nuevo coronavirus utilizando células diseñadas que expresaban una versión mutada de eEF1A.

Es preciso puntualizar que esta nueva revisión sobre 21 antivirales se refiere al potencial de Aplidin frente a la variante alfa del SARS-CoV-2. Esta circunstancia se debe a que el estudio, de reciente publicación, se envió a revisión en julio de 2021.

En diciembre de 2018, este fármaco se aprobó en Australia para el tratamiento del mieloma múltiple en combinación con dexametasona. Esta indicación recibió luz verde para el tratamiento de aquellos pacientes que sufrían recaídas después de tres líneas de otros tratamientos, entre los que figuran los inhibidores del proteasoma o los inmunomoduladores.

Incluso Aplidin se administra en Australia en tercera línea de tratamiento cuando el paciente ya ha recibido dos líneas previas y es refractorio o intolerante a los inmunomodulares o a los inhibidores del proteasoma.

Como ya publicó Biotech Magazine & News, el profesor Adolfo García-Sastre, de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en Nueva York, dirigió un estudio publicado en Life Science Alliance sobre los efectos positivos in vitro de Plitidepsina frente al SARS-CoV-2 y sus distintas variantes.

Puntualizaba García-Sastre que los datos finales de esta molécula “han demostrado una potente actividad antiviral en todas las variantes a concentraciones bajísimas (nanomolar) con un índice terapéutico in vitro positivo”.

Salvador Moncada, NO* y el Nobel de Medicina

A propósito del fármaco de óxido nítrico (NO), merece la pena recordar que tres farmacólogos estadounidenses (Robert Furchgott, Louis Ignarro y Ferid Murad) recibieron en 1998 el Premio Nobel de Medicina por sus “hallazgos en la identificación del óxido nítrico (NO) como la molécula clave que regula la presión sanguínea”.

La comunidad científica asistió con sorpresa a esta decisión, ya que el profesor Salvador Moncada es el auténtico referente sobre el papel que desempeña esta molécula en el organismo humano, que ha revolucionado el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y la impotencia, entre otras cosas.

El profesor Moncada, que con 77 años dirige el prestigioso Instituto Wolfson, en Londres, recibió en 1990 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, que compartió con el profesor Santiago Grisolía, por sus méritos “en los campos afines de la bioquímica y de la farmacología”. Las investigaciones que llevó a cabo durante los años setenta del siglo pasado culminaron con el descubrimiento de la prostaciclina, un vasodilatador muy potente que actúa como inhibidor de los trombos que obstruyen las arterias.

Finalmente, unas líneas sobre el tercero de estos fármacos: molnupiravir. El Comité de Medicamentos de Uso Humano de la EMA (CHMP) emitió una serie de recomendaciones sobre el uso de Lagevrio (también conocido como molnupiravir o MK 4482) para el tratamiento de Covid-19.

El medicamento, que actualmente no está autorizado en la UE, puede usarse para tratar a adultos con Covid-19 que no requieren oxígeno suplementario y que tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en su estado grave.

Lagevrio debe administrarse lo antes posible después del diagnóstico de Covid-19 y dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas. El medicamento, que está disponible en cápsulas, debe tomarse dos veces al día durante cinco días.

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