
En un estudio de investigación básica, con líneas celulares y animales de laboratorio, inmunólogos de La Jolla, en California, concluyen que son tres las proteínas que, al interaccionar entre sí, desencadenan el proceso inflamatorio que da lugar a la psoriasis.
En esta enfermedad -como explican desde el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, de Estados Unidos-, el sistema inmunológico trabaja demasiado, provocando que ciertas áreas de la piel se vuelvan escamosas e inflamadas. Por lo general, la psoriasis afecta al cuero cabelludo, a los codos y a las rodillas.
En ocasiones, los síntomas de la psoriasis son cíclicos, con brotes que duran algunas semanas o varios meses, seguidos de momentos en los que hay mejoría (es decir, entran en remisión).
Los pacientes de psoriasis pueden correr un mayor riesgo de tener otras afecciones graves, entre ellas artritis psoriásica, ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares, baja autoestima, ansiedad y depresión.
La prevalencia de la psoriasis en España es del 2,3%
En un trabajo que apareció hace siete años en Actas Sifiliográficas, publicación de la Academia Española de Dermatología, especialistas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del hospital Germans Trias i Pujol concluyeron que la prevalencia estimada de esta enfermedad en España era del 2,3%, sin diferencias estadísticamente significativas entre sexos.
La prevalencia en los distintos grupos de edad siguió una curva ascendente hasta los 60-69 años. La prevalencia más alta correspondió a la zona central del país de clima frío y seco, aunque sin diferencias significativas con otras regiones. En sus conclusiones figura que “la cifra de prevalencia de la psoriasis en España es sensiblemente superior a la estimada en estudios previos. Este incremento podría reflejar un mejor conocimiento y diagnóstico de la enfermedad más que un aumento real de la prevalencia”. En otro trabajo que se publicitó quince años antes la prevalencia de la psoriasis en España se cifró en un 1,4%.
En la última década, la aparición de los agentes biológicos ha revolucionado el tratamiento de la psoriasis incrementando las perspectivas de eficacia y seguridad con respecto a las terapias previas.
La proliferación y asentamiento de estas nuevas posibilidades terapéuticas, coherentes con los conocimientos patogénicos de la enfermedad -señalan los expertos de la UAB- ha tenido su reflejo en un crecimiento exponencial tanto de la literatura científica como de la prensa de divulgación general con respecto a la psoriasis, facilitando un incremento en los motivos de consulta por esta causa, un más fácil reconocimiento de la enfermedad en atención primaria y también un mejor acceso a los expertos en esta enfermedad.
Potencial tratamiento para la psoriasis

Aunque existen tratamientos eficaces para la psoriasis, no todos los pacientes responden igual a estas terapias y, para muchos, el alivio es temporal. Como señala ahora el profesor Michael Croft, del Instituto de Inmunología de La Jolla y autor principal de este estudio que aparece en Science Inmunology, “estas terapias no reducen la enfermedad en un 100% y no la curan. Y si se retiran estos fármacos a los pacientes, la enfermedad casi siempre regresa».
Ahora el profesor Croft y su equipo, en el Centro de Autoinmunidad e Inflamación de La Jolla, han descubierto cómo una proteína clave denominada TWEAK daña las células de la piel en pacientes con psoriasis. Sus hallazgos, en ratones y con células de piel humana, sugieren que TWEAK puede ayudar a controlar la enfermedad.
«Creemos que esta proteína podría considerarse un objetivo potencial para el tratamiento de la psoriasis«, dice por su parte Rinkesh Gupta, miembro de este equipo de inmunólogos.
Los hallazgos se basan en el trabajo anterior del Laboratorio del profesor Croft, que demuestra que TWEAK puede interactuar con el tipo más común de célula de la piel, llamado queratinocito. Al investigar ratones con deficiencia de TWEAK, los investigadores encontraron que es un factor de inflamación en un modelo de psoriasis.
El nuevo estudio demuestra que esta proteína no funciona sola. Al estudiar los queratinocitos humanos, descubrieron que se une a otras dos proteínas, denominadas factor de necrosis tumoral (TNF) e interleucina-17 (IL-17), para desencadenar la inflamación.
Inhibidores TWEAK como terapias con humanos
Este trío parece controlar la producción de moléculas inflamatorias y la expresión de proteínas adicionales, asociadas a la inflamación en pacientes con psoriasis.
“El hecho de que actúen juntas sugiere que la enfermedad se impulsa esencialmente por las tres proteínas particulares al mismo tiempo«, subraya el profesor Croft. «La principal implicación es que TWEAK también será un buen objetivo farmacológico, como ya se ha demostrado para el TNF y la IL-17», asegura.
Para probar esto, los investigadores utilizaron un modelo de ratón con psoriasis para comparar cómo se medía un inhibidor de TWEAK con las terapias que inhiben la IL-17 o el TNF.
Los resultados sugieren que el equipo está en el camino correcto. «Si inhibe a TWEAK para que no trabaje en su receptor en los queratinocitos, obtiene el mismo efecto terapéutico que cuando inhibe el TNF o la IL-17», detalla Gupta. Este hallazgo es especialmente alentador porque tanto TNF como lIL-17 son objetivos farmacológicos aprobados por la FDA para la psoriasis.
Aunque aún quedan por hacer ensayos clínicos en humanos, el profesor Croft ve un futuro para los inhibidores TWEAK como terapias para muchos tipos de enfermedades de la piel. “Creemos que TWEAK está involucrado en la inflamación de la piel en general”, enfatiza este científico.
Ahora, en su laboratorio se investiga el papel de esta proteína en la dermatitis atópica, también llamada eccema, un tipo muy común de inflamación de la piel, especialmente en bebés y niños de corta edad.
En este estudio también han participado Donald T. Gracias, Daniela Salgado Figueroa, Haruka Miki, Jacqueline Miller, Kai Fung, Ferhat Ay y Linda Burkly.