![hamburguesa ¿Por qué preferimos alimentos ricos en calorías?](https://biotechmagazineandnews.com/wp-content/uploads/2025/01/amburguesa-696x464.jpg)
Da igual el color de la piel y si tiene sobrepeso, es obeso o delgado: la preferencia de los alimentos ricos en calorías en común en todas las personas, por la dopamina; esto es, el neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo.
En PLOS Biology se difunde un estudio experimental de Albino Oliveira-Maia, de la Fundación portuguesa Champalimaud, en el que participaron 272 voluntarios.
Los alimentos más calóricos fueron los preferidos entre las personas con y sin obesidad a pesar de tener un sabor y una textura similares, según las conclusiones de este trabajo.
El acto de comer envía señales al cerebro con información sobre el contenido energético de un alimento, lo que puede influir en las preferencias alimentarias independientemente del sabor, según estos científicos.
Las personas con obesidad a menudo tienen deficiencias en las áreas del cerebro donde se libera dopamina, lo que puede impulsar la alimentación relacionada con la recompensa y una preferencia por alimentos densos en energía, ricos en grasas y azúcares.
La pérdida de peso debido a la cirugía bariátrica se ha asociado a una normalización de la alimentación relacionada con la recompensa con un cambio de preferencias hacia opciones más saludables, pero los mecanismos subyacentes no se comprenden bien.
En este estudio, después de examinar a un gran grupo de voluntarios sanos, los investigadores compararon las preferencias alimentarias en tres grupos: 11 individuos con obesidad, 23 pacientes post-cirugía bariátrica y 27 sujetos de control no obesos.
Les dieron yogur bajo en grasa endulzado con y sin maltodextrina (un carbohidrato que agrega calorías sin impacto en el sabor o la textura). Los participantes lo comieron en casa, alternando entre el que contenía maltodextrina y el que no lo tenía.
Dopamina y calorías
Los tres grupos tomaron más yogur que contenía maltodextrina, a pesar de calificar ambos como igualmente agradables. Inesperadamente, los efectos de la maltodextrina en el consumo de yogur fueron similares en los individuos con obesidad en relación con sus contrapartes no obesas.
El estudio también utilizó el marcador de yodo radiactivo y la tomografía computarizada por emisión de fotón único para visualizar los receptores de dopamina en el cerebro.
De acuerdo con trabajos previos, los individuos con obesidad tenían una menor disponibilidad de receptores de dopamina que los controles no obesos. La disponibilidad de estos receptores fue similar en los grupos quirúrgicos y no obesos y se asoció con una alimentación más restringida.
Estos resultados sugieren a los investigadores que los cambios cerebrales relacionados con la obesidad se pueden revertir después de la cirugía bariátrica, lo que podría afectar la cantidad de alimentos consumidos, pero no necesariamente los tipos de alimentos preferidos.
Reconocen que les “intrigó mucho que, si bien el comportamiento se orientó hacia el consumo de yogures con mayor contenido energético, esto no parecía ser el resultado de elecciones explícitas, ya que no se encontraron cambios consistentes en el placer de los sabores enriquecidos con carbohidratos”.
En este sentido, destacan que este comportamiento se mantuvo en voluntarios con obesidad y después de la cirugía para perder peso, “a pesar de que hubo diferencias importantes en su sistema dopaminérgico cerebral”, matizan.
En este estudio reconocen que “faltan comparaciones directas entre pacientes con obesidad y participantes delgados para abordar los efectos conductuales de los nutrientes posingestivos, así como el impacto de la cirugía bariátrica en los primeros”.