
Un equipo de científicos de Japón, dirigido por el profesor Shingo Hatoya, de la Universidad de la Prefectura de Osaka, ha estado trabajando en el aislamiento de células madre pluripotentes inducidas (iPSC) de muestras de sangre de perros. El estudio aparece en Stem Cells and Development.
En los últimos años, distintos logros en medicina veterinaria se traducen en un aumento de la esperanza de vida de los canes, junto con la industria alimentaria y los fármacos que, generalmente, desarrollan multinacionales farmacéuticas.
Al igual que las personas, vivir más tiempo aumenta la aparición de afecciones crónicas y degenerativas. En los seres humanos, para combatir estas enfermedades se han desarrollado a gran velocidad las terapias regenerativas, basadas en gran medida en células madre, que tienen el potencial de diferenciarse y madurar en muchos tipos de células especializadas, llamadas pluripotenciales.
Al trasplantar células madre y dirigir su diferenciación en los tipos de células deseados, los investigadores pueden regenerar eficazmente los tejidos dañados, revirtiendo así el curso de diversas enfermedades complejas.
Aunque esta tecnología se ha estudiado ampliamente en humanos, faltaba el potencial de la terapia con células madre en perros.
Las iPSC son un tipo de célula madre que se puede programar a partir de una célula diferenciada (desarrollada) al introducir en ellas un conjunto específico de genes, que codifican proteínas conocidas como factores de transcripción.
De esta forma, inducen el cambio de una célula madre diferenciada a una pluripotente, que más tarde tiene la capacidad de madurar en varios tipos de células.
Células madre en perros
Como señala el profesor Hatoya, las iPSC pueden proliferar muy rápidamente, proporcionando un suministro suficiente de células madre que son adecuadas para terapias regenerativas.
“Establecimos con éxito un método de generación fácil y eficiente de iPSC caninas a partir de células mononucleares de sangre periférica -añade- y en un futuro próximo será posible realizar tratamientos regenerativos en perros”.
Como en estudios anteriores a este para generar iPSC a partir de células sanguíneas caninas, utilizando vectores virales para administrar los factores de transcripción inductores de pluripotencia, no fueron tan efectivos como se esperaba, ahora probaron una combinación diferente de factores inductores.
Lo más importante es que los investigadores necesitaban controlar cómo se replicaban las células reprogramadas en el cuerpo huésped. Los vectores virales que codifican factores de transcripción inductores de pluripotencia se pueden usar para infectar células obtenidas de la sangre y convertirlas en iPSC.
Como recuerda el profesor Hatoya, tenían que tener cuidado debido a que estos vectores se integran en el genoma del huésped. La reexpresión de estos factores de pluripotencia en la célula huésped puede provocar la formación de tumores cuando estas células se trasplantan en pacientes.
Las mismas enfermedades que las personas
Para evitar ese escenario, en un complicado pero apasionante proceso, los investigadores desarrollaron células madre sin huellas mediante el uso de un tipo particular de vector viral que puede generar iPSC sin inserción genómica y puede silenciarse automáticamente mediante micro-ARN expresados por las células.
Como se sabe, los micro-ARN (miRS) son pequeñas moléculas de ácido ribonucleico (ARN), no codificantes, que regulan la expresión génica a un nivel postranscripcional.
En otro momento de este proceso celular, cultivaron estas células en un tipo especial de medio que contenía varios factores que mejoraban su pluripotencia. De hecho -como se detalla en el estudio- estas células crecieron y desarrollaron con éxito capas germinales, que forman la base de todos los órganos.
Estos hallazgos allanan el camino para la consecución de una técnica de terapia con células madre fácil para los mejores amigos del hombre. “Creemos que nuestro método puede facilitar la investigación que implica el modelado de enfermedades y las terapias regenerativas en el campo veterinario”, opina el profesor Hatoya.
También cree que la investigación adicional sobre terapias regenerativas para canes puede influir positivamente en medicina humana, ya que los perros comparten el mismo entorno que personas y desarrollan espontáneamente las mismas enfermedades, en particular las génicas.