En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, un equipo de investigadores de la Universidad de Tsukuba analizó los niveles de histamina, una sustancia que desempeña un papel importante en la inflamación. Lo hicieron con roedores a los que les indujeron daño cardiorrenal y descubrieron que la histamina aumentaba en la sangre de estos ratones, en comparación con los normales.
Investigadores y clínicos son conscientes desde hace tiempo de que la enfermedad renal crónica y la insuficiencia cardíaca son problemas médicos críticos en todo el mundo y están estrechamente asociados al síndrome cardiorrenal.
La relación entre las disfunciones renal y cardíaca es compleja. Diversos grupos de científicos han intentado entender esta relación, con escaso éxito. Hasta ahora.
La insuficiencia cardíaca es una disfunción en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo. Los síntomas: falta de aliento, fatiga excesiva e hinchazón de las piernas.
Por su parte, la enfermedad renal crónica implica pérdida gradual de la función renal, caracterizada frecuentemente por hinchazón de las piernas, fatiga, vómitos, pérdida de apetito y confusión.
A pesar de muchos esfuerzos para controlar estos dos trastornos, los tratamientos para ambos implican en gran medida modificaciones de los vasos sanguíneos para mitigar sus efectos, en lugar de enfoques curativos para reducir los procesos subyacentes de la enfermedad.
La histamina, protagonista en procesos inflamatorios
Como recuerda el investigador Akiyoshi Fukamizu, de la Universidad de Tuskuba y autor principal de este estudio, la histamina es un factor importante en varios procesos inflamatorios y su inhibición generalmente conduce a un mejor control de la enfermedad.
En su trabajo encontraron niveles elevados de histamina en un modelo de ratón con síndrome cardiorrenal, que fueron sorprendentemente protectores contra daños adicionales.
En el estudio, los roedores que no podían producir histamina mostraron peores efectos de daño cardiorrenal, incluido el aumento del tamaño del corazón, la contractilidad cardíaca alterada y la filtración urinaria deficiente.
Se observaron efectos similares cuando se administró un antagonista específico del receptor de histamina (H3) a ratones con daño cardiorrenal, lo que sugiere que este receptor puede servir como objetivo farmacológico útil.
Fukamizu explica que “descubrimos que atacar el receptor de histamina H3 con un agonista, la immetridina, podría aliviar notablemente algunos componentes del daño cardiorrenal en nuestro modelo de ratón. Además, el tratamiento con esa molécula condujo a cambios protectores en la expresión génica que afectaron múltiples genes vinculados a la inflamación en estos ratones”.
Estos investigadores demostraron también que la activación de un receptor de histamina específico puede aliviar los signos de daño cardiorrenal en estos ratones, proporcionando un nuevo tratamiento potencial para pacientes con insuficiencia cardíaca y pacientes con enfermedad renal crónica.