Avances contra un infrecuente cáncer de hígado letal en niños y jóvenes
Se identificaron nuevos medicamentos para eliminar las células de los tumores fibrolamelares, que aparecen en la imagen, mediante una estrategia novedosa y rápida. Imagen: Rockefeller University

Los hallazgos en investigación básica que han protagonizado ahora científicos y clínicos de la Universidad Rockefeller, allanan el camino hacia la consecución de fármacos para combatir los tumores fibrolamelares, un infrecuente cáncer de hígado letal en niños y jóvenes sin afecciones hepáticas previas. Frente a ellos, ahora, solo es eficaz la cirugía.

El hepatocarcinoma fibrolamenar (CHC-FL) es una rara variante del cáncer hepatocelular que se presenta con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes de ambos sexos y se desarrolla en su forma más característica sobre un hígado previamente sano.

De la importancia de este estudio que aparece en Cancer Discovery posiblemente sea suficiente señalar que este carcinoma tiene una supervivencia de 32 meses. En el momento del diagnóstico, es resecable en el 48% de los pacientes.

En la actualidad, las opciones de tratamiento para este cáncer de hígado mortal son muy escasas. Los medicamentos que actúan sobre otros carcinomas de hígado no son eficaces en este y, aunque se ha avanzado en la identificación de los genes específicos implicados en el crecimiento de los tumores fibrolamelares, estos hallazgos aún no se han traducido en ningún tratamiento.

Sanford M. Simon, director del Laboratorio de Biofísica Celular de la Universidad Rockefeller y coordinador de este equipo de científicos, ha testado más de 5.000 compuestos, ya aprobados para otros usos biomédicos o en ensayos clínicos, para analizar cuál de ellos puede reutilizarse para tratar los cánceres fibrolamelares. De momento, han logrado resultados satisfactorios en animales de laboratorio. “Para nuestra sorpresa, encontramos algunos compuestos que funcionan realmente bien”, anuncia este investigador.

Hasta ahora, un cáncer de hígado en niños sin fármacos

Sanford Simon y su equipo desarrollaron un novedoso enfoque, mucho más rápido que los convencionales, para encontrar esos medicamentos.

Después de probar una extensa biblioteca de medicamentos en células tumorales fibrolamelares cultivadas en ratones durante varios meses, su equipo identificó algunas clases novedosas de terapias que parecen acabar eficazmente con las células tumorales fibrolamelares.

Experimentos adicionales proporcionaron algunas explicaciones moleculares de por qué estos medicamentos son tan eficaces contra una enfermedad que, hasta ahora, ha desconcertado a los oncólogos clínicos.

“Hasta este momento -añade Michael V. Ortiz, oncólogo pediatra del Memorial Sloan Kettering Cancer Center y miembro del estudio- he tenido que decirles a los pacientes que no tenemos ningún fármaco que haya demostrado su eficacia”.

“Es emocionante -reconoce- que finalmente tengamos algunos medicamentos prometedores para los ensayos clínicos”.

Tratamiento a medida

Sobre la base de estos hallazgos iniciales, Stanford Simon y su equipo probaron los compuestos en células humanas extraídas directamente de los tumores de los pacientes. Pudieron probar las células con su línea de candidatos a fármacos, después de cultivarlas durante solo unos días, obteniendo resultados similares a los observados en células que tardaron meses en crecer.

“En tres días, podemos tener datos terapéuticamente informativos, que es mucho más rápido de lo que permitían los métodos anteriores”, explica Gadi Lalazar, primer autor del estudio.

Los hallazgos sugieren que puede ser innecesario examinar nuevos candidatos a fármacos contra el cáncer en células cultivadas en ratones antes de probarlos en células humanas; un paso adicional que puede costar muchos meses a los investigadores.

Así, los científicos pronto podrán biopsiar células del tumor de un paciente, someterlas a la acción de un grupo de candidatos a fármacos hasta que encuentren el compuesto más eficaz para ese paciente específico y tener un plan de tratamiento listo en cuestión de días.

Este estudio se inspiró en la iniciativa de medicina de precisión de 2015, iniciada en la administración del presidente Obama, que prometió cambiar el rostro de la medicina con un enfoque específico, adaptado a la composición genética, el estilo de vida y el entorno únicos del paciente.

Durante los últimos seis años, Stanford Simon ha desarrollado una serie de sistemas modelo para ayudar a identificar moléculas que se sabe que provocan cánceres, conocidas como oncogenes. Pero reconoce que la clave para aplicar la medicina de precisión al cáncer no es probar a ciegas los medicamentos contra mutaciones o genes expresados de manera anormal, sino realizar exámenes funcionales que pregunten qué medicamentos tienen realmente un impacto en el tumor en cuestión.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here