Los retos que esperan al Sistema Nacional de Salud (SNS) en el futuro inmediato (envejecimiento, limitación del número de profesionales disponibles, próxima consolidación fiscal europea, impacto de medidas de mitigación del cambio climático, entre otras) pondrán a prueba nuevamente su capacidad de adaptación y mantenimiento de la calidad, la accesibilidad, la equidad y la sostenibilidad.
En este contexto, es necesario dotar al sistema de todas las herramientas de gestión disponibles para dotarlo de flexibilidad, capacidad de adaptación, mejorar su nivel de respuesta y su eficiencia global.
Entre las herramientas imprescindibles está, en mi opinión, avanzar en la profesionalización de la gestión, sin que ello descalifique el trabajo realizado durante las últimas cuatro décadas por los que han sido, hemos sido, directivos. Al contrario, todos hemos solicitado continuamente disponer de mejores herramientas para la gestión; herramientas normativas, tecnológicas, organizativas, con las que poder lograr los mejores resultados en nuestros centros.
El sistema necesita cada vez mejores directivos, formados específicamente para ello, diversificando los perfiles profesionales, frente al dominio abrumador de los que ostentamos la titulación de perfil médico.
Profesionalización de la función directiva en el SNS
Hablar de profesionalizar la función directiva es hablar cosas como:
- Definir el estatus del directivo
- Separar de manera nítida los puestos directivos profesionalizados de los que representan direcciones de línea o de procesos
- Establecer un mapa de competencias básicas para la función directiva profesional
- Crear un Registro de Directivos Profesionales del Sistema Nacional de Salud
- Modificar el procedimiento de selección de personal directivo profesional
- Regular el modelo contractual del directivo profesional
- Establecer un procedimiento de evaluación y acreditación
Vayamos por partes. ¿Qué es ser directivo profesional en el SNS? ¿Cuántos directivos profesionales tiene que haber en los centros sanitarios?
Directivo es aquella persona que tiene a su cargo la dirección o el mando en una empresa o de una institución, tal como lo define la Real Academia Española. Se asimila también el término directivo a las personas que dirigen una parte de la empresa, por ejemplo, las que ejercen una jefatura de servicio o de unidad.
Profesionalizar la función directiva es establecer una cualificación y dedicación especial de las personas que asumen las decisiones de más alto nivel. En las organizaciones sanitarias son la Gerencia, la Dirección Económica y de Profesionales, la Dirección Médica, a las que podemos añadir la Dirección de Enfermería por su creciente peso en los resultados en salud.
El resto de los puestos considerados directivos, como las subdirecciones, son direcciones de línea o direcciones de parte de la organización, cuyo desempeño está supeditado a un directivo superior.
Establecer con claridad quién es directivo y quién es responsable de línea o de servicio es fundamental para establecer las responsabilidades y la evaluación de resultados.
Mapa de competencias básicas del directivo
Es innegable que la gestión de un hospital o un área de atención primaria requiere de algo más que las habilidades para la interlocución en una organización de profesionales.
Los fundamentos del comportamiento de las organizaciones, de la gestión económica, de la planificación estratégica, la gestión por procesos y las herramientas de atención al público resultan imprescindibles para abordar la compleja gestión de los centros sanitarios. A ellos hay que añadir una buena dosis de conocimientos sobre funciones de soporte, como la energía o la digitalización.
Registro de directivos profesionales y selección de directivos
Ambas cuestiones están íntimamente ligadas. Los requerimientos legales hacen tortuoso el procedimiento de designación de directivos, generando periodos de vacío que han de evitarse; ninguna organización compleja permanece un periodo de sede vacante tan dilatado.
La creación de un Registro de Directivos Sanitarios Profesionales permitirá, por un lado, planificar y acreditar las competencias y habilidades de los directivos y de quienes deseen desarrollar en el futuro funciones directivas. Por otro lado, si la inscripción en el Registro se realiza mediante convocatoria pública y el propio Registro es público, se podría simplificar el procedimiento de selección siempre que se realice a través de éste.
Modelo contractual y retributivo del SNS
El modelo de relaciones laborales de los directivos profesionales ha de ser el existente en términos generales para las grandes empresas, como son, por complejidad, por volumen de empleos y por nivel de gasto, las organizaciones sanitarias.
Será necesario regular las características de estos contratos, su formulación, laboral o mercantil, su duración, su pacto de no concurrencia, duración y causas de extinción.
Los contratos incluirán los mecanismos de evaluación de resultados en función de objetivos previamente definidos.
Finalmente, la retribución, aún en los límites del marco del sector público, debe contemplar los conceptos fijos y los variables derivados del logro de los objetivos.
La función directiva en una organización es determinante para el logro de los resultados. Una función directiva profesional, eficaz y transparente puede ser un instrumento poderoso para el nuevo tiempo.
Avanzar en la profesionalización de la función directiva en el SNS requiere un acuerdo en el Consejo Interterritorial para definir los procedimientos y la gestión del Registro.
En la mejora de la gestión del SNS, la gestión más profesionalizada ha de acompañarse de cambios en la regulación hospitalaria, incrementando la autonomía de los centros y la capacidad de gestión de los directivos. El grado máximo será la definición de los centros hospitalarios como entidades con personalidad jurídica y capacidad de obrar, lo que permitiría agilidad de gestión y mayor capacidad de respuesta a las necesidades en salud.
Es momento, por tanto, de virar el rumbo, vencer las inercias de los últimos años y modernizar el sistema desde la organización y gestión de los centros, para navegar en un entorno de turbulencias y riesgos para la sostenibilidad.