
Investigadores estadounidenses han llevado a cabo estudios observacionales para conocer las bondades de ingerir mango. Esta fruta tropical, rica en fibra y agua y que además contiene poca grasa, mejora el control de azúcar en sangre y reduce la inflamación. Datos científicos destacan que 100 gramos de mango aportan únicamente 65 kcal.
El estudio observacional que aparece en Nutrients ha sido dirigido por la doctora Mee Young Hong, que dicta clases en la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Estatal de San Diego (EE UU).
El escaso consumo de frutas y verduras contribuye a la aparición de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, entre ellas diabetes y enfermedades cardíacas. Son miles los estudios que han demostrado estos extremos.
Ahora, en estos trabajos realizados en Estados Unidos han encontrado que el consumo regular de mango puede mejorar las dietas y ayudar a controlar los factores de riesgo clave que contribuyen a las enfermedades crónicas.
Específicamente, estos nuevos estudios informan hallazgos en dos áreas: el consumo de mango está asociado con una mejor calidad general de la dieta y la ingesta de nutrientes de los que muchos niños y adultos carecen en niveles óptimos.
El otro aspecto que resaltan es que comer mango entre horas puede mejorar el control de la glucosa y reducir la inflamación. Según los científicos de la Universidad de San Diego, han encontrado que “el consumo regular de mango puede tener ventajas para la salud y ser relevante para las preferencias dietéticas culturales y los patrones alimentarios actuales”.
El estudio observacional encontró resultados positivos en la ingesta de nutrientes, la calidad de la dieta y los resultados de salud relacionados con el peso en las personas que consumen mango frente a las que no lo hacen.
Rico en vitaminas, fibra y potasio
Para llegar a estos resultados utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Examen de Nutrición y Salud de los Estados Unidos (NHANES) 2001-2018, para comparar las dietas y la ingesta de nutrientes de los consumidores de mango con las personas que no consumían esta fruta.
El estudio demuestra que los niños que comían mango regularmente tenían una mayor ingesta de vitaminas A, C y B6 que estimulan el sistema inmunológico, así como fibra y potasio.
La fibra y el potasio son dos de los cuatro nutrientes preocupantes según lo definen las Pautas Dietéticas para los estadounidenses, lo que significa que muchos de ellos no cumplen estas recomendaciones.
En adultos, los investigadores encontraron resultados similares, demostrando que el consumo de mango se asoció con una ingesta diaria significativamente mayor de fibra y potasio, pero también de vitaminas A, B12, C, E y ácido fólico.
El ácido fólico, como es bien sabido, es fundamental durante el embarazo y el desarrollo fetal. Tanto para niños como para adultos, el consumo de mango se asoció con una ingesta reducida de sodio y azúcar, y para los adultos se asoció con una ingesta reducida de colesterol.
«Sabemos desde hace mucho tiempo que existe una fuerte correlación entre la dieta y las enfermedades crónicas», dice Yanni Papanikolaou, que pertenece a este grupo de investigadores.
«Este estudio revela que tanto los niños como los adultos que comen mango tienden a tener una calidad de dieta significativamente mejor en general, junto con un mayor consumo de fibra y potasio en comparación con aquellos que no comen mango. También es importante que el mango se acepte, ya que puede fomentar el consumo de frutas».
Mango frente a galletas bajas en grasa
Otro trabajo piloto, que difundió Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases, analizó el consumo de mango como aperitivo en comparación con un refrigerio de control a base de galletas bajas en grasa. La fruta tuvo mejores resultados en adultos obesos y con sobrepeso.
Veintisiete voluntarios participaron en el estudio, todos clasificados como obesos o con sobrepeso según el Índice de Masa Corporal (IMC). Consumieron mango o galletas bajas en grasa como aperitivo mientras mantenían su dieta y nivel físico habituales durante 12 semanas y, después de un período de cuatro semanas, se les dio el aperitivo alterno durante otras 12 semanas.
Los investigadores midieron los efectos sobre la glucosa, la insulina, los perfiles de lípidos, las enzimas de la función hepática y la inflamación. Al final del período de prueba, los hallazgos indicaron que el consumo de mango mejoró el control de los niveles de glucosa en la sangre, un factor importante para prevenir y controlar la diabetes, y redujo la inflamación.
Los resultados mostraron que no hubo una caída en la glucosa en sangre cuando los participantes comieron galletas bajas en grasa. Sin embargo, cuando ingirieron mangos hubo una disminución estadísticamente significativa en los niveles de glucosa en sangre a las cuatro semanas y nuevamente a las 12 semanas, a pesar de que había el doble de azúcar, de forma natural, en los mangos en comparación con esas galletas.
Los investigadores también observaron mejoras estadísticamente significativas en los marcadores de inflamación, la capacidad antioxidante total y la proteína C reactiva al comer mango.
La capacidad antioxidante total es una medida de la capacidad antioxidante general, o cómo los alimentos pueden prevenir la oxidación en las células. La investigación sugiere que los antioxidantes que abundan en los mangos ofrecen más protección contra la inflamación en comparación con las galletas.
Mango, un superalimento
Para la profesora Young Hong, las conclusiones de su estudio demuestran que los antioxidantes, la fibra y los polifenoles, que abundan en el mango, pueden ayudar a compensar el consumo de azúcar y ayudar en el control de la glucosa. Los antioxidantes también pueden ofrecer protección contra la inflamación.
Reconoce que es necesario llevar a cabo más investigación, aunque los resultados “son alentadores para las personas que disfrutan de los aperitivos dulces».
Algunas limitaciones de este estudio incluyen el tamaño de la muestra, el uso de una sola dosis de mango y la medición de los efectos en los participantes sin condiciones preexistentes.
Los futuros trabajos deben explorar la dosis óptima de mango y examinar los efectos a largo plazo de su consumo en personas con condiciones metabólicas. También sería beneficioso comparar el mango con un aperitivo de control de fibra combinada para distinguir los efectos de la fibra versus los compuestos bioactivos en el mango.
Con solo 99 calorías y más de 20 vitaminas y minerales diferentes, una porción de mango es rica en nutrientes, lo que lo convierte en un superalimento.