El cannabinol previene el daño oxidativo de las neuronas
Derivado de la planta de cannabis, el CBN es molecularmente similar al THC, pero no es psicoactivo. Foto: jcomp/freepik

Un equipo interdisciplinar de neurocientíficos del Instituto Salk (EE UU) demuestra cómo el cannabinol (CBN), componente activo del cannabis, preserva la función mitocondrial y previene el daño oxidativo en las células del cerebro.

En un reciente estudio que aparece en Free Radical Biology and Medicine, neurocientíficos del Instituto Salk, en La Jolla (California), sugieren que el CBN tiene potencial para tratar enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad, como el Alzheimer.

La profesora Pamela Maher, directora del Laboratorio de Neurobiología Celular del Salk y coordinadora de este nuevo estudio, recuerda que en el transcurso de los años diversos grupos de investigadores han analizado los compuestos THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol) del cannabis para aplicaciones clínicas, pero se ha estudiado menos las propiedades del CBN (que proviene de la degradación del THC tras su exposición al oxígeno).

“Descubrimos que el cannabinol protege a las neuronas del estrés oxidativo y la muerte celular, dos de los principales contribuyentes al Alzheimer. Este descubrimiento podría conducir algún día al desarrollo de nuevas terapias para tratar esta enfermedad y otros trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Parkinson”, opina la profesora Maher.

Derivado de la planta de cannabis, el CBN es molecularmente similar al THC, pero no es psicoactivo. En trabajos anteriores del laboratorio de esta investigadora encontraron que el CBN tenía propiedades neuroprotectoras, pero no estaba claro cómo funcionaba. Ahora, este nuevo estudio explica el mecanismo a través del cual CBN protege las células cerebrales del daño y la muerte.

El equipo de Maher observó el proceso de oxitosis, también llamado ferroptosis, que se cree que ocurre en el cerebro que envejece. La creciente evidencia sugiere que la oxitosis puede ser una causa de la enfermedad de Alzheimer.

El cannabinol protege las mitocondrias

La oxitosis puede desencadenarse por la pérdida gradual de un antioxidante llamado glutation, lo que provoca daño y muerte de las neuronas a través de la oxidación de lípidos. En este estudio, los neurocientíficos trataron las células nerviosas con CBN y luego introdujeron un agente para estimular el daño oxidativo.

Imagen: Free Radical Biology and Medicine

Descubrieron también que el CBN funcionaba protegiendo las mitocondrias, las centrales eléctricas de cada célula, dentro de las neuronas. En las células dañadas, la oxidación hizo que las mitocondrias se enrollaran, un cambio que también se ha observado en las células envejecidas extraídas del cerebro post morten de pacientes diagnosticados de Alzheimer.

El tratamiento de las células con CBN evitó que las mitocondrias se enrollaran y las mantuvo funcionando correctamente. Para confirmar la interacción entre el cannabinol y las mitocondrias, los investigadores replicaron el experimento en células nerviosas a las que se les extrajo la mitocondria. En estas células, el CBN ya no demostró su efecto protector.

Así, la profesora Maher explica que “pudimos demostrar directamente que el mantenimiento de la función mitocondrial se requería específicamente para los efectos protectores del compuesto”.

En otro hallazgo clave, los investigadores demostraron que el CBN no activaba los receptores de cannabinoides, que son necesarios para que estos produzcan una respuesta psicoactiva.

Zhibin Liang, del laboratorio de Maher y miembro de este equipo, destaca que “el CBN no es una sustancia controlada como el THC, el compuesto psicotrópico del cannabis, y la evidencia ha demostrado que el CBN es seguro en animales y humanos. Y debido a que CBN funciona independientemente de los receptores de cannabinoides, también podría funcionar en una amplia variedad de células con un amplio potencial terapéutico”.

Un español en este equipo del Salk

Además del mal de Alzheimer, estos hallazgos tienen implicaciones para otras enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson, que también está relacionado con la pérdida de glutation.

“La disfunción mitocondrial está implicada en cambios en varios tejidos, no solo en el cerebro y el envejecimiento, -explica la profesora Maher- por lo que el hecho de que este compuesto sea capaz de mantener la función mitocondrial sugiere que podría tener más beneficios más allá del contexto de la enfermedad de Alzheimer”.

En este estudio, financiado por los INH, las Fundaciones Shiley y Bundy y la Universidad de California en San Diego, participaron también el científico español David Soriano-Castell, Devin Kepchia, Antonio Currais y David Schubert del Instituto Salk, así como Brendan Duggan, de la Universidad de California en San Diego.

El laboratorio de la profesora Maher busca compuestos que puedan retrasar o detener la progresión de enfermedades neurodegenerativas, en particular del Alzheimer. Utilizan compuestos derivados de productos naturales, como fresas, cúrcuma y cannabis, para tratar el envejecimiento celular y la pérdida de memoria que se observan en la enfermedad de Alzheimer.

Actualmente, dos compuestos (CMS121 y J147) se encuentran en ensayos clínicos para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. En animales de laboratorio, la profesora Maher y su equipo descubrieron que estos compuestos protegen las neuronas y previenen los cambios moleculares asociados con el envejecimiento.

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