Vitaminas, esteroides y antivirales contra el coronavirus
Investigadores británicos defienden que las vitaminas D, K y A, en combinación con esteroides y antivirales, pueden inhibir la infectividad del SARS-CoV-2, que causa Covid-19. Imagen: freepik

En un nuevo estudio de la Universidad británica de Bristol se demuestra cómo podrían funcionar las vitaminas D, K y A, junto con esteroides y antivirales, para frenar la infección del nuevo coronavirus.

El trabajo, que se detalla en Angewandte Chemie International, órgano oficial de la Sociedad Química Alemana, indica que estos suplementos y compuestos dietéticos podrían unirse a la proteína de pico viral del SARS-CoV-2 y reducir su infectividad.

Por el contrario, el colesterol puede aumentar la infectividad, lo que podría explicar por qué tener colesterol alto se considera un factor de riesgo de enfermedad grave en los pacientes infectados y diagnosticados de Covid-19.

Recientemente, estos investigadores de la Universidad de Bristol, coordinados por la doctora Deborah Shoemark, demostraron que el ácido linoleico se une a un sitio específico en la proteína del pico viral y que, al hacerlo, lo bloquea. Ahora, han utilizado potentes plataformas informáticas para buscar otros compuestos que podrían tener el mismo efecto, como tratamientos potenciales.

Concretamente, utilizaron las computadoras de alto rendimiento de la Universidad de Bristol y la supercomputadora del Reino Unido, así como programas específicos facilitados por la compañía californiana Oracle.

Esperan evitar que las células humanas se infecten impidiendo que la proteína del pico viral se abra lo suficiente para interactuar con una proteína humana (ACE2). Los nuevos medicamentos antivirales pueden tardar años en diseñarse, desarrollarse y probarse, por lo que los investigadores buscaron en una biblioteca de medicamentos, esteroides y vitaminas aprobados para identificar aquellos que podrían unirse a este bolsillo farmacológico descubierto recientemente dentro de la proteína de pico del coronavirus SARS-CoV-2.

Unión a la proteína de pico del coronavirus

El equipo estudió primero los efectos del ácido linoleico en ese lugar del nuevo coronavirus, utilizando simulaciones informáticas para demostrar que estabiliza la forma cerrada.

Simulaciones posteriores mostraron que la dexametasona también podría unirse a este sitio y ayudar a reducir la infectividad viral además de sus efectos sobre el sistema inmunológico humano.

La dexametasona es un corticosteroide que se ha estado utilizando para el tratamiento de pacientes con Covid-19 en el contexto de la práctica clínica habitual y en ensayos clínicos para poder obtener evidencia fiable de su eficacia contra el SARS-CoV-2.

Existe suficiente evidencia, según el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), formado por expertos de los distintos miembros de la Unión Europea como la Agencia Española de Medicamentos, para considerar a este fármaco como una alternativa eficaz en el tratamiento de Covid-19, en adultos y adolescentes mayores de 12 años, con neumonía que requiere oxígeno, incluyendo desde los que necesitan suplemento de oxígeno hasta los que precisan ventilación mecánica.

Posteriormente, este equipo realizó simulaciones para ver qué otros compuestos se unen al sitio del ácido graso. Así, identificaron algunos medicamentos que se han encontrado mediante experimentos que son activos contra el nuevo coronavirus, lo que sugiere que este puede ser un mecanismo por el cual previenen la replicación viral, como bloquear la estructura de la espiga de la misma manera que el ácido linoleico.

Los hallazgos sugirieron varios candidatos a fármacos entre los componentes farmacéuticos y dietéticos disponibles, incluidos algunos que se ha encontrado que ralentizan la reproducción del SARS-CoV-2 en el laboratorio. Explican que tienen el potencial de unirse a la proteína de pico del agente patógeno y pueden ayudar a prevenir la entrada de células.

Papel de vitaminas y esteroides frente al coronavirus

Las simulaciones también predijeron que las vitaminas solubles en grasa D, K y A se unen al pico de la misma manera, lo que hace que sea menos capaz de infectar las células.

Según la doctora Deborah Shoemark, “nuestros hallazgos ayudan a explicar cómo algunas vitaminas pueden jugar un papel más directo en la lucha contra el Covid-19, que su apoyo convencional al sistema inmunológico humano”.

En este sentido, destaca que “la obesidad es un factor de riesgo importante. La vitamina D es soluble en grasa y tiende a acumularse en el tejido graso. Esto puede reducir la cantidad de vitamina D disponible para las personas obesas. Los países en los que algunas de estas deficiencias de vitaminas son más comunes también han sufrido mucho durante el curso de la pandemia”.

La investigadora reitera que su trabajo sugiere que algunas vitaminas y ácidos grasos esenciales, incluido el ácido linoleico, pueden contribuir a impedir la interacción pico / ACE2. “La deficiencia en cualquiera de ellos puede facilitar la infección del virus”, añade.

Por otra parte, recuerda que altos niveles de colesterol se asocian a un mayor riesgo de Covid-19. Estudios que demuestran que la proteína pico del SARS-CoV-2 se une al colesterol, llevaron a estos científicos a analizar si podría unirse en el sitio de unión de los ácidos grasos.

Las simulaciones realizadas confirman esa posibilidad, pero que puede tener un efecto desestabilizador en la proteína espiga del coronavirus y facilitar su labor infecciosa.

Colesterol frente a vitaminas

En este sentido, la doctora Shoemark reconoce que “sabemos que el uso de estatinas reductoras del colesterol disminuye el riesgo de desarrollar Covid-19 grave y acorta el tiempo de recuperación en casos menos graves. Nuestros resultados sugieren que el coronavirus podría secuestrar el colesterol para lograr las concentraciones locales requeridas con el fin de facilitar la entrada celular, y esto también puede explicar la pérdida observada de colesterol circulante después de la infección”.

Por su parte, Adrian Mulholland, también de este equipo, destaca que las simulaciones que realizaron demuestran cómo algunas moléculas que se unen en el sitio del ácido linoleico afectan a la dinámica del pico y lo bloquean. También demuestran que los medicamentos y vitaminas activos contra el virus pueden funcionar en el mismo lugar. Un próximo paso sería observar los efectos de los suplementos dietéticos y probar la replicación viral en las células”.

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