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La expresión facial no revela todas la emociones

La expresión facial no revela todas la emociones

Las expresiones faciales podrían no ser indicadores confiables de la emoción, concluyen investigadores de la Universidad de Ohio. Foto: Freepik

De nuevo y tras un paréntesis de ocho años, algunos investigadores advierten sobre sacar conclusiones demasiado rápidas a través de la expresión facial sobre los sentimientos de las personas. Recordemos que, en 2012, los psicólogos Hillel Aviezer, Yaacov Trope y Alexander Todorov publicaron en Science el trabajo titulado Las señales corporales, no las expresiones faciales, discriminan entre emociones intensas positivas y negativas.

Interactuar con otros es casi siempre un juego de lectura de pistas y respuestas. Creemos que una sonrisa transmite felicidad, por lo que ofrecemos una sonrisa a cambio. Por el contrario, si vemos a alguien con el ceño fruncido interpretamos que está triste, con lo que posiblemente le intentemos animar.

Algunas empresas incluso están trabajando en tecnología para determinar la satisfacción del cliente a través de expresiones faciales. Pero las expresiones faciales podrían no ser indicadores confiables de la emoción, concluyen ahora investigadores de la Universidad de Ohio. De hecho, podría ser más exacto decir que nunca debemos confiar en la cara de una persona.

Estas afirmaciones las realizó Aleix Martínez, fundador y director del Laboratorio de Biología Computacional y Ciencias Cognitivas, en el marco del encuentro entre científicos y periodistas, organizado por la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), editora de Science, que se ha celebrado en Seattle bajo el lema Envisioning Tomorrow’s Earth.

No todos los que sonríen son felices

El profesor Martínez se ha centrado en construir algoritmos que analizan las expresiones faciales. Junto con su equipo, analizó la cinética del movimiento muscular en el rostro humano y comparó esos movimientos musculares con las emociones de una persona.

Así, descubrieron que los intentos de detectar o definir emociones basadas en las expresiones faciales de una persona casi siempre estaban equivocados.

Todos hacemos diferentes expresiones faciales basadas en el contexto y los antecedentes culturales -señala este investigador- y es importante darse cuenta de que no todos los que sonríen son felices. No todos los que son felices sonríen. Incluso llegaría al extremo de decir que la mayoría de las personas que no sonríen no son necesariamente infelices. Y si estás feliz durante todo un día, no vas caminando por la calle con una sonrisa en la cara. Eres feliz”.

También es cierto, asegura este investigador, que, en ocasiones, hay personas que sonríen por una obligación con las normas sociales. “Esto no sería un problema inherente -señala-, la gente ciertamente tiene derecho a sonreír al resto del mundo, pero algunas empresas han comenzado a desarrollar tecnología para reconocer los movimientos musculares faciales y asignar emoción o intención a esos movimientos”.

Emociones, mucho más que la expresión facial

En este sentido, el profesor Martínez recuerda que hay personas que afirman que pueden detectar si alguien es culpable de un delito o no, o si un estudiante está prestando atención en clase, o si un cliente está satisfecho después de una compra. “En nuestra investigación demostramos que esas afirmaciones son completamente falsas. Y lo que es peor, pueden ser peligrosas”.

En su opinión, el peligro radica en la posibilidad de perder la emoción o intención real en otra persona y luego tomar decisiones sobre su futuro o sus habilidades.

Después de analizar los datos sobre las expresiones faciales y las emociones, este equipo de la Universidad de Ohio -en el que también participaron científicos de la Northeastern University, del Instituto de Tecnología de California y de la Universidad de Wisconsin-, concluyó que se necesitan más que expresiones para detectar correctamente las emociones.

El color facial, por ejemplo, puede ayudar a proporcionar pistas. “Lo que demostramos -subraya Martínez- es que cuando experimentas emoción, tu cerebro libera péptidos, principalmente hormonas, que cambian el flujo sanguíneo y la composición sanguínea, y debido a que la cara está inundada con estos péptidos, cambia de color”. El cuerpo humano también ofrece otras pistas, como la postura corporal, por ejemplo. Y el contexto también juega un papel crucial.

Algoritmos informáticos para entender las señales sociales

En un experimento, el profesor Martínez mostró a los voluntarios del estudio una imagen recortada para mostrar solo la cara de un hombre. La boca estaba abierta en un grito aparente. Su cara era de color rojo brillante.

“Cuando la gente lo miraba, pensaban que esta persona estaba molesta o realmente enfadada por algo. Pero cuando vieron la imagen completa, comprobaron que era un jugador de fútbol que estaba celebrando un gol”.

Este investigador reconoce que es un “gran creyente” del desarrollo de algoritmos informáticos que intentan entender las señales sociales y la intención de una persona, pero, advierte, es importante saber dos cosas sobre esta tecnología: la primera es que nunca se tendrá una precisión del 100% y la segunda, que descifrar la intención de una persona va más allá de su expresión facial.

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