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Dr. Cortés-Funes: Mi experiencia como paciente de Covid-19

Dr. Cortés-Funes: Mi experiencia como paciente de Covid-19

Foto: lifeforstock/freepik

Concepto general del problema

Soy médico desde hace muchos años y creo que tanto en mi vida profesional como personal he vivido todo tipo de situaciones, pero casualmente lo que voy a relatar ha sido posiblemente una experiencia totalmente novedosa.

Inicio de síntomas

Estando bien, de repente una noche tuve una subida de temperatura a más de 38ºC con sudoración profunda y mantenida que me obligó a tomar paracetamol que controló bien la sintomatología por la mañana.

Fui al hospital pensando que estaba bien y me hicieron una PCR. Ante mi sorpresa, di positivo. Me recluí en mi casa, pero el mismo día a la hora de la comida sufrí una importante hipotensión con pedida de consciencia de más de media hora.

Me trasladaron en ambulancia nuevamente al hospital donde me ingresaron, me pusieron tratamiento con anticoagulantes, corticoides, antivirales, Remdesivir y antibióticos, además de analítica diaria y oxigeno permanente.

Posteriormente, me pusieron un tratamiento con un concentrado de anticuerpos de pacientes que habían superado el proceso y que, creo, fue muy efectivo.

Clínicamente me encontraba bien y, gracias a Dios, sin síntomas de ningún tipo salvo una inapetencia total, por la que apenas comía, llegué a perder ocho kilos. Me movía dentro de la habitación haciendo una vida relativamente normal.

Exploraciones

Me hicieron estudios de imágenes. Un TAC evidenció una infiltración pulmonar bilateral por Covid-19 y la analítica estaba alterada con subida de glucosa, ferritina, dímetro D, pero con buena saturación de oxigeno a pesar de no mantenerlo de manera permanen

Evolución

No tenía ningún síntoma salvo el de debilidad generalizada que me impedía moverme. Los tobillos se me hincharon mucho y tardaron en irse reduciendo.

Hacía mi vida relativamente rutinaria, desayunando después de la extracción analítica diaria (me quedé sin venas de tanto machaque) y mantenía una vía periférica por donde se me hidrataba, cada vez menos, y me administraban la medicación a diario.

Estuve así 11 días ingresado con una mejoría lenta pero progresiva que incluso al final, en medio de mi claustrofobia, me sacaron mis colaboradores a pasear por el jardín del hospital. Realmente fue una gloria.

Complicaciones

Como dije antes, no tuve complicaciones importantes y, salvo la intensa astenia y cansancio junto con la falta de fuerzas y apetito, fue la sintomatología relevante de la que me fui recuperando lentamente hasta hoy.

Alta

Finalmente, me informaron del Laboratorio que mi situación de la infección era muy favorable y que me podían dar de alta sin problema, cosa que hice de manera inmediata, y aquí estoy contando mi historia que espero sirva de referencia a otros pacientes.

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