Vaiva Vasiliauskaite y Tim Evans, del Imperial College de Londres, utilizan las matemáticas para dar con el perfume perfecto en un curioso estudio publicado en PLoS One.
Los investigadores británicos aseguran que el análisis matemático de los datos de perfumes demuestra cómo aquellas combinaciones únicas de aromas encontradas en diferentes efluvios contribuyen a la popularidad del producto y, lógicamente, a conseguir las calificaciones de los consumidores.
Cada perfume es una combinación única de diferentes ingredientes olfativos, aceites y moléculas químicas que, juntos, forman un aroma armonioso. El olor de un perfume se describe a menudo usando las llamadas notas, como la vainilla, y sus combinaciones, como el almizcle junto con el jazmín, que se llaman familias.
Al suponer que un perfume en particular es popular en gran parte debido a su buen olor, los investigadores pretenden entender qué constituye un olor popular, y ahí entran en juego las matemáticas.
Matemáticas de análisis complejo de redes aplicado al perfume
Para lograr esto, la estructura de los perfumes y sus notas constitutivas se estudian de acuerdo con los principios de un campo matemático conocido como análisis complejo de redes.
Para comprender mejor cómo las familias contribuyen al éxito de los perfumes, Vasiliauskaite y Evans aplicaron análisis complejos de redes a datos de 1.000 notas encontradas en más de 10.000 productos de perfumes. El conjunto de datos incluía calificaciones de los consumidores e información sobre la popularidad de cada fragancia.
Este análisis reveló qué notas y familias se usan con más frecuencia de lo que uno esperaría por casualidad (están «representados en exceso», dicen), cuáles son los más populares y están presentes en los perfumes mejor calificados. Los investigadores encontraron que las notas más populares y las familias más utilizadas no se correlacionan necesariamente con las calificaciones más altas de perfumes.
Por ejemplo, la familia de las notas de jazmín y menta contribuyó significativamente a las calificaciones más altas, pero estuvo poco representado en los perfumes estudiados.
Almizcle, vainilla y notas florales
También determinaron qué notas, cuando se agregaban a las familias existentes, parecían mejorarlas más. Descubrieron que las notas de gran popularidad, como el almizcle y la vainilla, tendían a mejorar las familias al máximo, al igual que los genéricos, como las notas florales.
Un análisis posterior mostró que las principales marcas de moda producían muchos de los perfumes más exitosos, pero la popularidad de un perfume no parecía estar vinculada a su precio, ni tampoco al momento en el que se lanzó.
Estos hallazgos sugieren que las matemáticas, el análisis complejo de redes, podría ser una herramienta útil para que los fabricantes de perfume exploren nuevas familias que aumenten el potencial de éxito de una fragancia.